ALFONSO MARTÍNEZ DE TOLEDO [6]
CORBACHO

PRIMERA PARTE CAPS 6º y 7º

Capítulo VI

              Cómo por amar mal vienen a ser menos preciados los malos amadores

Otra razón te quiero más aun asignar, la cual mucho contraria y enemiga es de amor, por cuanto vemos que de amor procede mucha mengua, donde muchos por loco amor vinieron y vienen a gran pobreza, que, dando francamente y mala diligencia poniendo en sus hechos y haciendas, muchos fueron y hoy son abatidos y venidos a menos de su estado. Y muchas veces vemos los amadores sus bienes disipar por querer hacer larguezas, por demostrar a las coamantes mucha franqueza; pero en su casa u otro lugar, ¡Dios sabe cómo apretan la mano! Dan adonde no deben y no dan adonde conviene: por tanto es dicho pródigo y no largo ni franco. Esto procede de amor.

E aun contece que por dar hombre a la mujer lo que no tiene, por haberlo y alcanzar de Dios y de sus santos, de buena o mala ganancia, conviene hacer cosas no debidas y ponerse a peligros tales que el amor loco sería bueno si cesase. ¿Quién puede pensar si un rico hombre su sustancia en tal amor consumase y de que su amiga pobre le sintiese, no dándole como solía, y lo baldonase, como vemos algunos de cada día?

¿Qué te parece? ¡Qué dolor, qué tribulación debe sentir quien tal ve, cómo todo el mundo se le debe tornar oscuro, y lo verde blanco, y lo bermejo negro, y lo cárdeno amarillo! Y creo que este tal no dudará de cometer toda maldad como desesperado por ver si recobrar al menos pudiese el haber suyo mal despendido, no haciendo entonces mención de su coamante, que ya más le dolerá lo perdido de su hacienda que no de la loca lozana.

¡Ay Dios! Sí hay casados que dan mala vida a sus mujeres y casa, y consuman su sustancia con otras amantes, y de que no tienen que darles, las baldonan y tórnanse a su casa y propia mujer, tremiendo y aun renegando, con sus orejas colgadas; y allí es el dolor, perdido amor y bienes, vía llorar y dar ruido en casa, y a las veces como desesperados irse a tierras extrañas, y dejar hijos y mujer con pobreza; y allí conviene ser perdida la mujer, y ser mala por mantenerse a sí y a sus hijos. Y si el marido presente estuviere, que no se va ni la deja, conviene ver y callar y soportar, o que haga ojo de pez y se aparte y dé lugar.

Y esto causa el amor loco y desordenado, y no hay en el mundo enamorado que eso mismo no desee tener y mucho alcanzar de buen justo o malo, por donde su amor pueda mantener y a la loca complacer y contentar; y no solamente a ella, mas a ella y a la encubridera, y a la mensajera, y al alcahueta, y a la que les da casa donde hagan tal locura y pecado, y a la moza de la moza de su cocinera; y en otras muchas y diversas partes le conviene dar sin medida, según el lugar es, y la conversación y manera y personas. E

stime el que amare que no solamente a su coamante de dar tiene, mas a otras ciento ha de contentar; y aun a los vecinos conviene dar y por ellos trabajar, y eso mismo a las vecinas, porque si ven que no vean, y si oyen que cierren sus orejas. ¡Oh cuántas tribulaciones están al triste que ama aparejadas, sin los peligros infinitos a que le conviene de noche y de día ponerse, que escribirlos sería imposible, como sean muchos y diversos! Y a la fin, ¿por qué?, si considerado fuere por tan poca cosa; y aun porque ¿quién da o dará poco por él? -cuando no pensare- pues, ¿en qué reputación debe ser tenido del pueblo el que a los susodichos peligros y daños y males ponerse quiere por tal amor, poco durable y variable, no queriendo ejemplo tomar de otros perdidos por semejante, y mas entendidos, mayores y para más que él?

CAPÍTULO VII

De cómo muchos enloquecen por  vanos amores

Otra razón es muy fuerte contra el amor y amantes, que amor su naturaleza es penar el cuerpo en la vida y procurar tormento al ánima después de la muerte. ¿Cuántos, di, amigo, viste u oíste decir que en este mundo amaron, que su vida fue dolor y enojo, pensamientos, suspiros y congojas, no dormir, mucho velar, no comer, mucho pensar? Y, lo peor, mueren muchos de tal mal y otros son privados de su buen entendimiento; y si muere va su ánima donde penas crueles le son aparejadas por siempre jamás, no que son las tales penas y tormentos por dos, tres o veinte años. Pues ¿que le aprovechó al triste su amar o a la triste si su amor cumpliere, y aun el universo mundo por suyo ganare, que la su pobre de ánima por ello después en la otra vida perdurable detrimento o tormento padezca? Por ende, amigo, te digo que maldito sea el que a otra ama más que a sí, y por breve delectación quiere haber dañación, como suso en muchos lugares dicho es; y más, que fue sabedor de esto que dicho es, y avisado, y quiso su propia voluntad seguir diciendo: «Mata, que el Rey perdona».

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5 comentarios en «ALFONSO MARTÍNEZ DE TOLEDO [6]
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  1. Me deja reflexionando el amar a otro ser más que a uno mismo y a quien debemos. Eso es desorden. Amar igual que a uno mismo si; más …no.
    Creo que allí radican grandes equivocaciones y penas. Nunca lo había visto así.

    1. te digo que maldito sea el que a otra [mujer] ama más que a sí mismo. No se ama bien a sí «ama» pecaminosante, en este caso «ama» lalamente a ella y a sí mismo porque se condena al infierno por la eternidad

  2. Padre porque al hombre después del pecado original le cuesta tanto diferenciar el amor verdadero de la lujuria, porque nos engañamos tan fácilmente ?

    1. Hola Gudalupe. la dirección que Usted me ha dado la rechaza el sistema y no puede entregarla. Le copio aquí mi mensaje
      Su pregunta: Padre por qué al hombre después del pecado original le cuesta tanto diferenciar el amor verdadero de la lujuria, porque nos engañamos tan fácilmente ?

      Muy estimada es una pregunta que pide una repuesta extensa,
      Le adjunto archivos en lo que puede encontrar respuesta. Léalos y ya que tiene mi correo electrónico no deje de decirme si esas lecturas le han ayudado a la respuesta
      1) La fichas 6 y siete proceden de libro «La Casa sobre Roca. Noviazgo, amistad matrimonial y educación de los hijos» (para el matrimonio) Buenos Aires Editorial Lumen
      2) El artículo sobre las penas del varón y la mujer por el pecado original están tomados de libro «Varón y Mujer. Entre designio divino y abolición demoníaca» Buenos aires Edti. Cruz y fierro
      3) El tercer, cuarto y quinto archivos son tres capítulos de mi libro «¿Qué le pasó a nuestro amor? Respuestas divinas a preguntas humanas»» páginas 51-56 y sigs.
      Usted puede bajar gratis estos libros desde mi sitio web https://santoybuenamor.com/index.php/es/
      En Argentina se pueden comprar en la buenas librerías o a José César Posse +54 1158556316
      Si quiere realmente recibir mi respuesta, deme una dirección de correo electrónica correcta. Dios al guarde.

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