UNA ELECCIÓN DESPUÉS DE LOS TREINTA [1 de 2]


Enamoramiento y elección no se presentan de la misma manera en la edad juvenil que en la edad adulta


Por eso, suele suceder que al varón adulto, hacia los treinta y después, no sepa reconocer unos nuevos caminos del amor que no son los que conoció en su años jóvenes. 


La fe y el discernimiento espiritual puede ser decisivo para encontrar el verdadero camino del amor, como le sucedió a Javier, que me permite publicar su testimonio, esperando que ayude a otros. 

Estimado Padre:

 Le escribo de nuevo para contarle algunas cosas que le había prometido. Que sé que le gusta ver cómo la gracia obra en las personas. Así que como nos ha ayudado (mucho más de lo que pueda imaginar), trato de dar satisfacción a ese gusto suyo (y que comparto). Tal vez, sea medio largo, así que si no quiere leerlo, no se haga drama. Me bastan sus oraciones, que eso sí le pido. Gracias.

Bueno, como se acordará nos pusimos de novios el 22 de julio (día de Santa María Magdalena). Por celular. No digo que sea lo ideal, pero con nosotros no es raro. Todo pasó de forma muy inverosímil. Así que, qué le hace una mancha más al tigre, no? jaja.

Le paso a contar cómo nos conocimos:
Hace 2/3 años, mi padre conoció a Catalina, a través de un amigo. La esposa de este último le dijo que cuando la vio a Catalina, había pensado: «es la chica ideal para Javier». Bueno, no nos casamos todavía, pero no creo equivocarme en pensar que esa idea se la puso Nuestro Señor. La realidad es que a la esposa del amigo de papá yo la habría visto para esa época unas 2 o 3 veces cuanto mucho. ¿Por qué pensó en mí, si casi ni me conocía? Maravilloso misterio… o no tan misterio.

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