Tú me acostumbraste
a todas esas cosas,
y tú me enseñaste
que son maravillosas.
Sutil llegaste a mí como una tentación
llenando de inquietud mi corazón.
Yo no concebía cómo se quería
en tu mundo raro
y por ti aprendí.
Por eso me pregunto al ver
que me olvidaste
por qué no me enseñaste
cómo se vive sin ti.