ANTES DEL MATRIMONIO NO

 Hace un tiempo conocí a un hombre 15 años mayor que yo, viudo, con el que ahora estoy saliendo.
Mi
problema es que él no tiene mucha fe ni formación cristiana y se me
hace casi imposible explicarle que no podemos tener relaciones antes del
matrimonio, porque él lo ve cómo parte lógica del noviazgo.

Además, yo misma me veo vacilante en este aspecto, por lo que me quedo sin argumento a la hora de hablar con él sobre esto.
 Yo descubrí que a mis dieciocho años me había refugiado en la vida
religiosa huyendo de otras situaciones y no por vocación sino que huía de situaciones que me daban miedo.

1.- Carta de Perla 

Estimado Padre:
Le escribo porque necesito un consejo y no tengo a quien acudir.
Lo conocí en Concordia, Entre Ríos, hace unos años y escuchándolo pienso que ahora podría ayudarme.
Estuve leyendo una parte de su libro «La casa sobre la roca» pero no pude leerlo entero porque lo hacía cuando estaba en mi trabajo, en los momentos libres porque alguien había dejado ahí ese libro.
Quiero contarle que tengo 33 años y soy soltera, he rezado mucho para conocer a alguien con quien poder formar una familia cristiana.
Hace un tiempo conocí a un hombre 15 años mayor que yo, viudo, con el que ahora estoy saliendo.
Mi problema es que él no tiene mucha fe ni formación cristiana y se me hace casi imposible explicarle que no podemos tener relaciones antes del matrimonio, porque él lo ve cómo parte lógica del noviazgo.
Además, yo misma me veo vacilante en este aspecto, por lo que me quedo sin argumento a la hora de hablar con él sobre esto.
Le agradecería si pudiera darme un consejo porque el sacerdote de mi ciudad hace un tiempo dejó el ministerio y los sacerdotes que están ahora, por más que sean muy buenos, no me inspiran confianza para tratar éstos temas.
Le deseo un santo Adviento y una muy feliz Navidad.
Gracias, Perla.

2.-  Estimada Perla:
Eso no necesita consultarlo con nadie. Está claro en el Evangelio.
Mantener relaciones antes del matrimonio mata el vínculo de obediencia a Dios y por lo tanto la unión de la voluntad con la voluntad de Dios.
El que elige la voluntad propia contra la de Dios se hace ‘como Dios’. Y eso es la muerte del alma.
Es la soberbia que hace lo que le parece bien aunque sea opuesto a lo que sabe que dice Dios.
A ese hombre lo tiene que convertir Usted o dejarlo. Porque si no respeta a Dios, ni la respeta a Usted, la hará infeliz.
A Usted ahora la dominan los miedos con que la tienta el enemigo. Miedo a quedarse sola, soltera, sin realizarse como madre, a qué él la abandone…
Ese hombre no sabe amar. No la ama, La quiere para la cama. Disculpe lo brutal. Pero es la verdad.
Si Usted se le entrega, tampoco será por amor a él, sino por miedos…

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