
estoy contentísima porque voy entendiendo cada vez más que, aunque soy una de tus esposas mínimas,
Tú me quieres.
Que me quieres con todo el amor que diseñaste para mí desde el principio,
que no te importa que recién ahora me dé cuenta
de que no soy ni siquiera capaz de ver y saber todos mis pecados.
Que no sé todavía claramente con qué instrumentos te he herido
y he destrozado Tu Corazón.
Y a pesar de eso,
a pesar de mi poca importancia,
Tú me aceptas, me calmas, me consuelas…
Señor mio, Hermano mio, Amigo mio, Esposo mio,
¿cómo es posible? Todo un Dios entregado a sus criaturas?
No lo entiendo Señor,
ni voy a intentar entenderlo
pero es así y mi espíritu se queda lleno de asombro.
¿A mí Señor, a mí te acercas?
Bendito, Bendito, Bendito y Alabado seas
como siempre lo has sido y siempre lo serás
por el cielo y por la Tierra!!!.
Y concédenos Señor,
extender tu Nombre
y llevarte a todos los hermanos mientras no vuelves
pero, Señor,
VUELVE PRONTO QUE YA NO AGUANTAMOS SIN TÍ,
MI AÑORANZA SEÑOR NO TIENE FIN.
Sofía

por el cielo y por la Tierra!!!.
Y concédenos Señor,
extender tu Nombre
y llevarte a todos los hermanos mientras no vuelves
pero, Señor,
VUELVE PRONTO QUE YA NO AGUANTAMOS SIN TÍ,
MI AÑORANZA SEÑOR NO TIENE FIN.
Sofía