DE VUELTA DEL SEXO POR EL SEXO:
RAQUEL WELCH

Mirando hacia atrás a los setenta años se arrepintió diciendo: 


“Si yo hubiera tenido una actitud diferente sobre el sexo,
la concepción y la responsabilidad, las cosas habrían sido muy distintas… Debido precisamente a la imagen sexy que tuve es importante para mí decirles: 



¡Vamos, chicas, a animarse: somos capaces de algo mucho mejor!” 


¡Sí Raquel, somos capaces de amar más y mejor…!
Tomo del blog Página católica la traducción al castellano de estas declaraciones de la actriz Raquel Welch. 
Son un testimonio personal elocuente de las
consecuencias, negativas para la mujer, de la revolución sexual que separó el
sexo del amor en la cultura del occidente postcristiano y decadente que, como en el declinar del  imperio romano practica la comida por la comida y el sexo por el
sexo.

https://elblogdelbuenamor.com/2012/12/consejos-de-una-sex-simbol.html

Página católica introduce así las declaraciones de la actriz
arrepentida:


Dos años atrás, cuando la célebre actriz americana Raquel
Welch cumplió los 70 años, la CNN publicó unas sorprendentes declaraciones
suyas bajo el título «It’s sex o’clock in America».

Nuestros suspicaces lectores dirán que hace este discurso
ahora que es septuagenaria, cuando nunca se atrevió anteriormente, que se sepa.

No obstante, como ella misma lo dice, cuando una
«sex-symbol entrada en años como yo les agita una bandera colorada para
mostrarles cuán bajo han caído los estándares morales, quiere decir que el
asunto está muy, pero muy mal».

Creemos que Raquel Welch ha querido reparar, aunque sea
mínimamente, el daño que su imagen haya podido causar. Si es así, en buena
hora.

Para traducir el título original de la nota: «It’s sex
o’clock in America», se tuvo en cuenta que entre las 17 y las 18 Hs. tiene
lugar lo que llaman «Happy Hour»: la gente sale del trabajo y va a
los bares o a donde sea a divertirse por una hora. A las 6 de la tarde (It is
six o’clok)  el Juego de acaba.

SON LAS SEIS EN AMÉRICA: SE ACABÓ EL JUEGO
“Desde que Margaret Sander abrió en 1916 la primera clínica
de planificación familiar nada ha vuelto a ser lo mismo. La proliferación de
los métodos anticonceptivos ha tenido un efecto brutal en hombres y mujeres, y
ha conducido a un cambio radical en los valores morales.


Las últimas cinco décadas, de 1960 a 2010, me han conducido
desde la juventud a la ancianidad. He vivido, pues, la sexualidad femenina
durante ese periodo revolucionario, y sé cómo ha afectado a América, para bien
o para mal.

A comienzo de los 60´ la píldora facilitó a la mujer la
opción de postergar la maternidad hasta establecerse en una carrera. 

No
obstante, las jovencitas (y yo era una de ellas) teníamos la necesidad de una
cierta introspección, además de considerar 
los efectos secundarios que a largo plazo originan los anticonceptivos
orales, antes de tomar una decisión. Elección que yo también tendría que
enfrentar cuando descubrí que estaba embarazada por primera vez a los 19 años..

Aunque estaba casada con el padre del bebé (Jim Welch), no
me sentía preparada para ser madre: tendría que postergar mis ambiciones
laborales.

Pero la «decisión» no era sólo mía. Aunque siempre
había querido tener hijos con Jim, no estaba muy segura de cómo iba a
reaccionar él, porque éramos dos recién casados de 19 años luchando por llegar
a fin de mes. Fue inflexible en su determinación de conservar el bebé y eso
cambió completamente el curso de las cosas. Siempre lo amaré por cómo reaccionó
en ese momento de nuestras vidas.

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