¿DÓNDE ESTABA SU DIOS, MAMI?

Recibí este hermoso testimonio de alguien que me escribió desde EWTN a propósito de la serie televisiva El Demonio de la Acedia


Queridos hijos:
 Recordando la conversación que tuve con David por teléfono hace apenas unas semanas, durante la cual, hablando de Dios, él me dijo que él quería ser muy sincero y honesto conmigo y me dijo que lo perdonara por lo que el me iba a decir. Me dijo: » Mami yo siempre la vi a usted luchando por sobrevivir, siempre vivía llena de necesidades económicas ¿dónde estaba ese Dios en el que usted cree?
Yo, hijos míos, soy lo que soy gracias a la escuela que Dios permitió que viviera, no soy rica ni siquiera acomodada. Vivo humildemente y soy feliz, ¿que me falta mucho por cambiar? ¡claro que sí!
Porque no somos perfectos. Esa es mi lucha diaria querer ser mejor.
 Yo le dije a David que era cierto que yo vivía así, con estrecheces, pero que también tenía que decir que era feliz y vivía en paz. Yo no me sentía angustiada por no tener de todo porque siempre tuve salud y trabajo. A pesar de que hubo un tiempo en el que no tomé vacaciones en seis años, porque yo prefería trabajar las vacaciones para que me las pagaran el doble. Siempre traté de darles lo que yo podía. No vivimos con lujos pero vivimos con lo necesario.

Y yo te pregunto, David:
¿Cuándo se enfermó alguno de ustedes? ¡Nunca! 
¿Cuándo fueron al dentista? ¡Nunca!
¿Cuándo tuvieron que ser operados o cuándo tuvieron una emergencia? ¡Nunca!
Cuando iban a jugar, ¿se quebraron algún hueso? ¡Nunca!
¿Tuvimos algún accidente? ¡Nunca!
¿Cuándo se acostaron sin comer? ¡Nunca!
Nosotros no teníamos cómo pagar un seguro de auto. O comíamos o se pagaba el seguro. ¿Cuándo
me detuvo la policía para pedirme seguro? ¡Nunca!
En todos esos momentos ¡allí estuvo Dios!

Yo aprendí a ver la mano de Dios en todos esos instantes, en todos esos hechos.
SIEMPRE estuvo a nuestro lado.

Yo le agradezco mucho a Dios que Él me pasó a través de muchos momentos difíciles
Y me seguirá guiando siempre. Lo poco que tengo se lo debo a Él, porque cuando Él te guía jamás te abandona.

Hay que saber ser agradecidos, no hay peor cosa que ser un desagradecido.  Nosotros la mayoría de los hispanos tomamos cuidado de nuestros Padres hasta el final de sus vidas y les hablo de gente sencilla y pobre, de gente que si un pancito tienen lo reparten con los demás, aun cuando ellos se queden sin pan.

De esa cultura vengo yo. Las cosas se dan con amor, porque si las das por obligación las cosas se hacen pesadas.  Cuando hacemos algo por alguien tiene que primar el amor.
Tengo que agradecerle mucho a Dios por los hijos que me dio porque siempre han estado
allí para darme esa mano. Son hijos buenos, con buenos sentimientos.

¿No es acaso esto también una bendición de Dios? ¿Somos sanos? ¿Tenemos valores? ¿Mente limpia y noble corazon? ¿Han conocido la fe? ¿Iban a la santa misa? ¿Estuvieron en retiros? ¿Iban a pastoral juvenil? ¿Qué más podemos pedir?

Simplemente que tenemos que cuidar nuestra fe, porque si nos descuidamos perdemos de vista a Dios y nos hundimos, tenemos que estar alerta. Empezamos a faltar un domingo a la misa, luego sale otro compromiso y vamos alejándonos de Dios. El corazón comienza a ponerse duro y comenzamos a creer que no necesitamos de Dios; que todo lo hemos hecho nosotros;s y vámonos creyendo que somos dioses.

Cuidado con eso porque Dios te llama una y otra vez. Pero llega el momento en que te da donde más te duele. No esperemos a que eso suceda,
Dios se vale de gente sencilla sin doctorados ni Universidad para humillar a los sabios y a los ricos. Una pregunta ¿Qué es ser rico? Rico no es el que tiene mucho dinero sino el que sabe vivir con lo que tiene.

 Bueno espero haber podido explicar a grandes rasgos este dilema de la vida, se los envío a todos mis hijos por si alguno se había hecho la misma pregunta.
 Con todo mi amor, su mami,        
Nancy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.