EL ABUSO O ACOSO VERBAL

EL ABUSO VERBAL 
Acoso psicológico

Introducción 

1. Casi todos han oído de alguien, o
conocen a alguien, que ha sido abusado verbalmente. Tal vez usted esté
involucrado en una relación verbalmente abusiva. También es posible que nadie
conozca su situación siquiera. El abuso verbal es como una golpiza que no deja
evidencias externas como pueden ser las magulladuras de una golpiza física.

Usted (o su amigo) puede estar sufriendo en silencio y en aislamiento una
situación de abuso verbal.

2. En este artículo se aborda este
tema muy importante en un esfuerzo por entender este fenómeno y brindar
respuestas.

Como toda área de la acción humana, tiene su raíz en la mente y el corazón. Proverbios 23:7 dice: «Cual es su
pensamiento en su corazón, tal es él.» Lo que una persona piensa en su
mente y en su corazón se verá reflejado en sus palabras y en sus acciones. Aunque muchas veces disimuladamente y encubierto con una actuación hipócrita.


3. La existencia del abuso verbal suele ser difícil de detectar, ya que no deja huellas visibles como en el caso del
abuso físico. 

A menudo es menos perceptible para terceros porque el abusador  siempre abuse en privado.También por eso mismo se hace más difícil de denunciar por parte del abusado ante quienes podrían defenderlo del abusador. El abusador practica sus palabras mortificantes en privado. O con gran disimulo si es en público. Suele ser un maestro de la disimulación. Una personalidad estructuralmente falsa, hipócrita.

La víctima del abuso verbal sistemático vive
en un mundo cada más confuso. En público, la víctima está con una persona.
Cuando está en privado, el abusador puede convertirse en una persona
completamente diferente.

4. Frecuentemente, aunque no siempre, el
perpetrador 
del abuso verbal es un varón y la víctima es una mujer. Pero también las mujeres pueden ser muy hábiles en el abuso verbal. Pero también hay varones que abusan verbalmente del envidiado desahogando su ira oculta contra él, disimulando sus «cortes» [de la cara del abusado] bajo una fachada «cortés».
5. Uno de los primeros libros en describir
el abuso verbal en los adultos fue el de Patricia Evans, The Verbally Abusive
Relationship (La relación verbalmente abusiva). [1]
6. Otro libro importante para entender el
abuso verbal es uno que describe el fenómeno de «volverse loco»
(crazymaking).
George
Bach y Ronald Deutsch escribieron «Stop! You’re Driving Me Crazy (¡Alto!
Me estás volviendo loco). [2] Ellos describen cómo es la experiencia
de volverse loco. Esto incluye «sentirse temporalmente
desequilibrado,» «sentirse desorientado y sin saber a qué atenerse o cómo responder» y/o
«ser tomado desprevenido.»

7. No siempre la víctima es el blanco de
arranques de ira manifiestos. Esto lo hacen los abusadores torpes, violentos, poco hábiles. En muchísimos casos una ira fría se oculta y se disimula bajo un exterior afable, amistoso, y bajo muestras de interés. Raras veces su sarcasmo es manifiesto, las más de las veces se esconde. O también puede esconderse bajo una fría indiferencia.

El abusador puede fingir preguntar como un amigo interesado cuando en realidad está interrogando como un inquisidor. A menudo, el interrogatorio termina en alguna observación mortificante, denigrante, descalificadora, en alguna frase que molesta u ofende al abusado, pero que se expresa bajo una apariencia de neutralidad emocional.
En el interrogatorio el abusador recaba información sobre vida y sentimientos del abusado y a continuación lo enjuicia interiormente y lo «castiga» con algún dicho mortificante, que pega en los puntos débiles antes detectados. El abusador se contenta con saber que hiere, pero oculta perfectamente su intención de herir. Es maestro en la «cuchillada bajo el poncho». Si lo que dice o pregunta mueve al abusado a dar explicaciones, a veces defendiéndose, el abusador se siente secretamente gratificado, porque cuando el abusado se defiende, excusa o explica, el abusador se certifica de que su proyectil ha dado en el blanco y ha herido al abusado.
Si el abusado manifiesta su molestia, la respuesta del
abusador puede encubrirse bajo una actitud de
«¿Qué te pasa?», «no lo tomes así» «¿no se te puede decir nada?» «por qué me atribuyes esa mala intención?». La reacción del abusado da pie así a la descalificación: se acusa al abusado, cuando se defiende, se lo vuelve a acusar de «hacer de todo una
montaña». Así el abusado queda descalificado, incluso socialmente, como susceptible, necio, o falto de percepción de que se trataba de una broma. Con el tiempo, el abusado pierde su equilibrio y seguridad interior y hasta puede llegar a preguntarse si es que está loco. Y si el abusado llegase a manifestar enojo contra el abusador públicamente puede quedar socialmente descalificado como agresor, ante un abusador sereno y emocionalmente neutro, maestro en «mojar la oreja» y esconder la mano.

8. La clave de la sanidad está en reconocer
el abuso verbal por lo que es, y comenzar a tomar pasos deliberados para
detenerlo y traer sanidad. Dado que el abusador suele usar la negación, la
responsabilidad por reconocer el abuso verbal suele recaer en el abusado.



Las
características del abuso verbal
 
9. Ahora quisiera centrarme en algunas de
las características del abuso verbal según aparecen en The Verbally Abusive
Relationship. [3]

10. El abuso verbal es dañino y suele
atacar la naturaleza y las capacidades del abusado. Con el tiempo, el abusado puede
comenzar a creer que hay algo de malo con él o con sus capacidades. Puede
llegar a sentir que él es el problema, y no el abusado.

11. El abuso verbal puede ser abierto
(mediante insultos y arranques de ira) o encubierto (a través de comentarios
sutiles, con un efecto similar a un lavado de cerebro). El abuso verbal abierto
suele incluir reproches y acusaciones, y confunde al abusado. El abuso verbal
encubierto, que es la agresión oculta, confunde aún más al abusado. Su objetivo
es manipularlo y controlarlo sin que se dé cuenta.

12. El abuso verbal es manipulador y
controlador. Alguno puede hacer comentarios despectivos de una forma que finge
ser sumamente sincera con el abusado e interesada por él. Pero el objetivo es
controlarlo, manipularlo, desactivarlo o paralizarlo.

13. El abuso verbal es insidioso. La
autoestima del abusado va disminuyendo gradualmente, sin que se dé cuenta. El
abusado podría tratar de cambiar su comportamiento conscientemente o
inconscientemente para no perturbar al abusador.

14. El abuso verbal es imprevisible. De
hecho, la imprevisibilidad es una de las características más significativas del
abuso verbal. El abusado queda atontado, atónito y desestabilizado por el
sarcasmo, la frase hiriente, el desprecio o el comentario injurioso del abusador.

15. El abuso verbal no es un tema
secundario. Es el tema principal en la relación. Cuando dos personas  están teniendo una discusión sobre un tema
real, el tema puede ser resuelto. En una relación verbalmente abusiva, no hay
ningún conflicto específico. El tema es el abuso, y este tema no se resuelve.
No tiene un cierre.

16. El abuso verbal expresa un doble
mensaje. Hay una incongruencia entre la forma en que habla el abusador y sus
verdaderos sentimientos. Por ejemplo, puede sonar muy sincero y honesto
mientras está señalándole al abusado lo que tiene de malo.

17. El abuso verbal suele ir escalando,
aumentando en intensidad, frecuencia y variedad. El abuso verbal puede comenzar
con frases despectivas disfrazadas como chistes. Luego pueden aparecer otras
formas. A veces, el abuso verbal puede escalar hacia el abuso físico,
comenzando con empellones «accidentales,» empujones y choques.

Estas son algunas de las características
del abuso verbal. A continuación, consideraremos algunas de las categorías de
abuso verbal. [4]



Algunas diversas formas de abuso verbal

18. La primera categoría de abuso verbal es
retener información. Un matrimonio requiere intimidad, y la intimidad requiere
empatía. Si una pareja retiene información y sentimientos, entonces el vínculo
matrimonial se debilita. El abusador que se rehúsa a escuchar a su pareja le
niega la experiencia y la deja aislada.

19. La segunda es rebatir. Esta es la
respuesta dominante del abusador verbal que ve en su abusado  un adversario. Está constantemente rebatiendo
y corrigiendo todo lo que dice y hace. Por adentro, hasta puede estar pensando:
«¡Cómo se atreve a tener otro punto de vista!»

20. El rebatir es muy destructivo para una
relación porque impide que el abusado sepa lo que piensa su abusador acerca de
cualquier cosa. A veces el abusador verbal puede cortar la discusión en la
mitad de una frase antes que el abusado pueda terminar de expresar su idea. En
muchas formas, apunta a impedirle al abusado tener sus propias ideas.

21. Una tercera categoría de abuso verbal
es rebajar. Esto es como tomar un artículo de cien dólares y reducir su precio
a un centavo. Rebajar la realidad y la experiencia del abusado es sumamente
destructivo. Puede ser una forma sumamente insidiosa de abuso verbal, porque
niega y distorsiona la percepción real del abusado.

22. A veces el abuso
verbal está disfrazado como chistes. Si bien sus comentarios pueden pasar por
humor, hieren a su pareja profundamente. Las pullas verbales pueden ser hechas
estúpidamente o con gran habilidad, pero todas tienen el mismo efecto de
humillar al otro desequilibrándolo.

23. Una quinta forma de abuso verbal es
bloquear y desviar. El abusador verbal rehúsa la comunicación, dictamina lo que
puede ser discutido o retiene información. Puede impedir toda posibilidad de
resolver conflictos mediante el bloqueo y el desvío.

24. Acusar y culpar es otra forma. Un
abusador verbal acusará al abusado de estar obrando mal o de estar haciendo algo
que viola el acuerdo básico de la relación. Esto tiene el efecto de desviar la
conversación y poner al abusado a la defensiva. Por ejemplo a dar explicaciones
en defensa propia.

25. Otra forma de abuso verbal es juzgar y
criticar. El abusador verbal puede juzgar interiormente al abusado y luego
expresar su juicio en una forma crítica. Si el abusado objeta, puede decirle
que simplemente está señalando algo para ayudar, pero en realidad está motiva
por su oculta falta de aceptación del abusado.

26. Estas son sólo algunas pocas categorías
de abuso verbal. A continuación, veamos varias otras formas de abuso verbal.



Otras
formas de abuso verbal
 
27. Trivializar puede ser también una forma
de abuso verbal. Es un intento por tomar algo que se ha dicho o hecho y
convertirlo en insignificante. Cuando se hace esto fingiendo franqueza y
sinceridad, puede ser difícil de detectar. A menudo, el abusado queda confundido
y cree que no ha sabido explicarle al abusador la importancia de algunas cosas
para el abusado.

28. Socavar, descalificar, es también abuso
verbal. El abusador no sólo retiene el apoyo emocional sino también erosiona la
confianza y la determinación. El abusador a menudo aplastará una idea o
sugerencia con un único comentario.

29. Amenazar es una forma clásica de abuso
verbal. Manipula al abusado haciendo que emerjan en él sus mayores temores. Entre
esposos esto puede incluir la amenaza de irse o divorciarse. En algunos casos,
la amenaza puede ser una forma de escalar en el abuso.

30. Insultar puede ser también abuso
verbal. Llamar a alguien continuamente «estúpido» porque no es tan
inteligente como uno o llamarlo «torpe» porque no tiene tanta
coordinación puede tener un efecto devastador sobre la autoestima del abusado.

31. El abuso verbal puede involucrar el
olvido también. Esto puede involucrar tanto la manipulación abierta como
encubierta. Todos se olvidan de algo de vez en cuando, pero el abusador verbal
lo hace en forma sistemática. Cuando el abusado se ha serenado, después de
recibir los dichos del abusador, y confronta al abusador con lo que le ha dicho,
encuentra que el abusador ha «olvidado» el incidente. Algunos
abusadores se olvidan de promesas que han hecho que son de gran importancia
para su abusado.

32. Mandar, imperar, dar órdenes es otra
forma clásica de abuso verbal. Así se ignora la igualdad y la autonomía del
abusado. Cuando un abusador da órdenes en vez de pedir, trata al abusado como
un esclavo o un subordinado.

33. La negación es la última categoría de
abuso verbal. Si bien todas las formas de abuso verbal tienen consecuencias
serias, la negación puede ser muy insidiosa porque niega la realidad del
abusado. De hecho, un abusador verbal podría leer esta lista de categorías e
insistir que no es abusivo.

34. Por eso es tan importante que el abusado
reconozca estas características y categorías, dado que el abusador suele tomar
una actitud de negación. Por lo tanto, la responsabilidad de reconocer el abuso
verbal y hacer algo al respecto suele corresponderle  al abusado.

Hemos descrito varias características y
hemos discutido varias categorías del abuso verbal. Finalmente, quisiera
brindar una perspectiva bíblica.

Una
perspectiva bíblica del abuso verbal
 
35. La Biblia nos advierte claramente acerca de los
peligros de un hombre airado. Proverbios 22:24 dice: «No te entremetas con
el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos.» Y Proverbios 29:22
dice: «El hombre iracundo levanta contiendas, y el airado muchas veces
peca.»

El salmo 36,1 prescribe: «No te exasperes por el malvado» y más adelante: «No te exasperes por el hombre que triunfa empleando la argucia, cohibe la ira, reprimer el coraje, no te exasperes no sea que obres mal» (36, 7-8).
Efectivamente, si el acoso o abuso verbal nos induce a airarnos nosotros también contra quien nos acosa, exteriorizar la ira, el abusador habrá logrado dañarnos. 
36. Pero tampoco quiere el Señor que
usted (o su amigo) tolere sin hacer nada una relación verbalmente abusiva. Esas palabras
airadas y críticas destruirán su confianza y su autoestima. Ser sumiso o sumisa en una
relación de matrimonio (Efesios 5:22) no significa permitir ser abusado verbalmente por el cónyuge. Es cierto que 1ª Pedro 3:1 enseña que las esposas, al
someterse a sus esposos, pueden ganarlos a Cristo por su comportamiento. Pero
no enseña que deben permitir que sean abusadas verbal o físicamente.

37. He aquí algunos principios bíblicos
clave. Primero, saber que Dios la ama. La Biblia enseña: «Cercano está el Señor a los
quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu» (Salmos
34:18). Orar: «Protégeme Dios mío que me refugio en ti» (Salmo 16)

38. Segundo, examine ante el Señor sus
sentimientos de culpa. Discieran si son verdaderos o falsos. Tal vez sienta que los problemas de su relación con un
abusador son culpa suya. «Si sólo hiciera las cosas mejor, él no estaría
tan enojado conmigo.» La
Biblia enseña en Salmos 51:6 que «He aquí, tú amas la
verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.»
Aun cuando pueda tener sentimientos de culpa, tal vez usted no sea la parte
culpable. Yo le recomendaría que lea mi artículo sobre el tema de la falsa
culpa. [5]

39. Un tema relacionado es la vergüenza.
Tal vez sienta que usted tiene algo malo. Tal vez sienta que es una mala
persona. Salmos 139:14 dice: «Te alabaré; porque formidables, maravillosas
son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe bien.»

40. Finalmente, debe darse cuenta que usted
puede dejar de ser una víctima y concordar con Dios en que puede ser libre. 2
Corintios 3:17 dice: «El Señor es el Espíritu; donde está el Espíritu del
Señor, allí hay libertad.»

41. Un elemento clave en esta área del
abuso verbal indudablemente será enfrentar y refrenar al abusador. Es importante que usted
se dé cuenta que la confrontación es un principio bíblico. Jesús enseñó acerca
de esto en Mateo 18:15-20. Yo le recomendaría que busque ayuda de un pastor o
un consejero. Pero también le recomendaría que consiga hombres y mujeres de
Dios que puedan confrontar afectuosamente a la persona que la está abusando. Su
objetivo debería ser penetrar a través de su negación y restaurarlo amablemente
con un espíritu de mansedumbre (Gálatas 6:1).

42. El abuso verbal es un problema
emocional difícil, pero hay esperanza si el abusador está dispuesto a
confrontar su inconducta y conseguir ayuda.
Notas

1. Patricia
Evans, The Verbally abusiveRelationship. Holbrook,
MA: Adams Media Corporation,
1996.

2. George
Bach and Ronald Deutsch, Stop! You’re Driving Me Crazy. NewYork: Putnam’s Sons,
1980.

3. Evans, 81-84.
4. Ibid., 85-104.
5.False Guilt (La culpa falsa) http://www.probe.org/docs/falguilt.html


Adaptación del artículo de Kerby Anderson: http://www.ministeriosprobe.org/docs/el_abuso_verbal.html


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.