y se mantuviera firme sobre la brecha delante de mí…”
Ezequiel 22:30
«Una exhortación apostólica a los hombres católicos, mis hijos espirituales en la Diócesis de Phoenix.
Empiezo está carta con un llamado fuerte y claro para ustedes, mis hijos y hermanos en Cristo: hombres católicos, no duden al entrar en la batalla que se pelea alrededor de ustedes, la batalla que está hiriendo a nuestros niños y familias, la batalla que está distorsionando la dignidad tanto de hombres como mujeres. Esta batalla está oculta seguramente, pero es muy real. Esta batalla es primordialmente espiritual pero está matando progresivamente lo que queda del carácter cristiano de nuestra sociedad y cultura, e incluso en nuestros propios hogares.»