Blog destinado a presentar y comentar la Revelación divina acerca del amor humano: Creado según el designio divino, luego caído y herido por el pecado original, después santificado en el pueblo elegido; elevado por fin a Misterio Grande en el sacramento del matrimonio y hoy tan ferozmente agredido.
LA ACEDIA COMO CEGUERA PARA EL BIEN SABINA LA CRITICONA
Hola padre, tengo una amiga que cada vez que le hablo de un grupo o persona, sobre todo grupos o personas de la Iglesia, siempre me saca a relucir las miserias de las personas o grupos que le menciono.
Yo ya sé que el Diablo está por todas partes dentro y fuera de la Iglesia, pero quizás lo más peligroso, porque me resulta contagioso y me deja sin palabras, es que mi amiga Sabina casi siempre tiene razón.
Resulta que no sé si debo escucharla con la excusa de aprender y evitar que se me pegue lo que no funciona en el prójimo o si debo corregirla.
Quizás, lo que ella está habituada a hacer, sea una forma de difamación con la verdad de por medio donde se demuestra que parecemos santos pero no lo somos.
¿Qué hago?
Espero respuesta, gracias y un abrazo. Juan
Querido Juan:
El demonio tiene enemistad con la mujer como pena por el pecado original.
Dios le dijo a la Serpiente: «Yo pondré enemistad entre ti y la mujer entre tu descendencia y la suya».
¿Y cómo la combate la Serpiente a la hija de Eva y a las hijas de Eva? Puesto que Eva y sus hijas fueron creadas para amar los bienes conocidos, la Serpiente se empeña en presentarle siempre el mal de modo que no logre ver el bien o lo descalifique.
“Te gusta ser mamá y darás a luz a tu hijos… ¡peeero qué dolor!”. “Tu corazón se inclinará hacia tu marido… ¡Peeero él te dominará! (miedo), ¡o se te morirá! (tristeza) ¡o te traicionará! (ira)”
Todos los que amas: hijos, marido, te tendrán siempre con el Jesús en la boca, temerosa, triste o furiosa. Al fin te preguntarás si vale la pena amar a los demás, casarte y ser madre. Ya que los demás terminan siendo un mal para ti misma. Preferirás no tener ni perro: «Porque se me muere y sufro».
Miedo, tristeza e ira son los tres pinchos del tridente del demonio. Son las tres pasiones del alma relativas al mal, que obnubilan la inteligencia de la mujer para ver el bien, o le hacen ver los bienes como un mal para sí misma.
A Sabina habría que mostrarle el bien que obra Dios. Y eso es obra del Logos bueno: Jesucristo, o de un esposo santo o un amigo santo o amiga santa.
A Sabina el demonio – que es el Anti-Logos, o el Logos perverso – le muestra las miserias de la carne, el mundo y el demonio, y así la hace ciega para ver las obras de la gracia divina.
De lo cual se desprende lógicamente cuál sea el remedio para Sabina: mostrarle las obras de Dios y de su gracia.
Padre Horacio Bojorge