LA ACEPTACIÓN FUENTE DE ALEGRÍA

Estoy descubriendo que todas las cosas pueden acercar a Dios.
Me daba mucho miedo volver a descubrirlo en el dolor de la espera de la operación de un ser querido,
pero veo que se hace presente cuando más quisiéramos huir
pero si es que nos quedamos quietos y no huimos, claro.
Es como que el aplomo, la paciencia, hacen que Él se acerque;
la humildad de aceptar lo que no quiero,
hace que de pronto sienta una alegría clara, suave
(cuando hasta recién era yo la última piltrafa).
Lo atrae la confianza,
que me anime a poner un pie delante del otro
y camine hacia lo que me da más fobia…
Lo que me trae recuerdos tristes
que me ponen nerviosa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.