Blog destinado a presentar y comentar la Revelación divina acerca del amor humano: Creado según el designio divino, luego caído y herido por el pecado original, después santificado en el pueblo elegido; elevado por fin a Misterio Grande en el sacramento del matrimonio y hoy tan ferozmente agredido.
David Díaz Criado es asiduo colaborador del Blog del Buen Amor con sus comentarios, ecos y reflexiones. Ha tenido la gentileza de colaborar a pedido mío, enviándonos estas reflexiones.
TERCERO: Por el hecho de estar hechos a imagen y semejanza de Dios debemos realizar la comunión entre nosotros en el matrimonio a imagen y semejanza de la comunión personal de Dios, es decir: nuestros matrimonios deben ser una comunión de vida, de verdad y de amor porque así es la comunión de Dios. De tal manera que Dios en virtud de la unidad es sólo Uno pero en una comunión de Tres Personas, así en el matrimonio se establece una comunión de Dos Personas pero manteniendo la unidad es sólo Uno. Entonces: en cierto modo podemos pensar que Dios es Tres en Uno mientras el Hombre es Dos en Uno.
Además podemos obtener 2 ideas más a través del sacramento de la Eucaristía (pues esta es la Comunión) si entendemos que (en cierto modo) la Hostia representa a los varones y el Caliz representa a las mujeres. Primero: por experiencia los varones tienen “sed” de las mujeres (porque el Cáliz se bebe – no se come-) y las mujeres tienen “hambre” de los varones (porque la Hostia se come –no se bebe-). Segundo: igual que la sangre es la vida del cuerpo así el amor de las mujeres es lo que da vida a los varones, mientras es el amor de los varones el que sostiene a las mujeres igual que el cuerpo sostiene la sangre dentro de sí.
Y también podemos aprovechar otras 2 ideas más acerca del matrimonio sacadas de la oración del quinto día de la novena de la Divina Misericordia enseñada por Jesucristo a Sor Faustina Kowalska, es decir: allí decimos que fueron los herejes y los cismáticos los que desgarraron el Cuerpo y el Corazón de Jesucristo, es decir: su Iglesia (que es precisamente su Esposa). Por lo tanto podemos decir que el varón es la cabeza de su mujer y la mujer es el corazón de su marido (tal y como dijo el Papa Pio XI en su encíclica) y de modo semejante podemos decir que el varón es el alma de su mujer y la mujer es el cuerpo de su marido.
Por lo tanto: manteniendo la unidad de las personas puesto que todos (varones y mujeres) tenemos alma y cuerpo y cabeza y corazón, podemos concluir que lo primero es que los varones deben respetar el corazón de sus mujeres(sus sentimientos) y las mujeres deben respetar la cabeza de sus maridos(sus pensamientos). Y del mismo modo podemos concluir que las primeras muestras de amor de los varones consisten en cuidar de las almas de sus mujeres mientras las mujeres lo demuestran cuidando del cuerpo de los varones.