MATRIMONIOS A CIEGAS

«Muy estimada…
su hermana eligió casarse, a ciegas, con un hombre sin fe 
y allí empezó a dejar su propia fe de lado. 
Lo que ahora vive 
es el lógico resultado de sus decisiones…»


1.- LA CONSULTA
Hola, padre! Gracias, estaba esperando ansiosa su mail. 
 Quise contactarlo porque estuve leyendo su libro «¿Qué le pasó a nuestro amor?»… Se me apareció entre unos papeles y desorden en la oficina de mis hermanos, donde trabajo… infiltrado! (lo compraron mis padres en una de sus conferencias en Mar del Plata). Y la verdad es que largué lo que estaba haciendo, y me sumergí en la lectura de esas páginas, que, según mi antojo, se me aparecieron providencialmente… jiji. Es que uno o dos días atrás había estado charlando con mi hermana, que ya hace rato me viene contando, al principio tímidamente, acerca de los problemas que está teniendo en su matrimonio, que no está nada bien. Esta vez ya me había dicho «Temo que no me quiera».


No sé si tengo que explicarte que mi hermana, mi única hermana mujer… es el alma de mi alma, la persona más noble y valiosa que conozco, mi mejor amiga. La última persona que querría ver sufrir, digamos…
Se casó con el que ahora es su esposo, a quien todos queremos mucho… pero vimos siempre con un poco de temor esa elección, porque él es totalmente ateo, renegado de la religión, «rebelde» en todo sentido. Lo digo con comillas porque su filosofía de vida medio hippie, como es sabido, implica a veces ser un poco parásito de los que sí tienen «estructuras», y están «sumergidos en el sistema», en fin… Insisto, igual lo quiero mucho y me llevo muy bien. 


Mi hermana se fue alejando cada vez más de Dios, y de la Iglesia. Hoy perdió su fe. Y yo leía su librito, y lo releía, en la parte que dice que la ÚNICA manera posible de salvar una pareja en crisis, que se enfrenta con los problemas propios de la vida, es la vida de gracia. ¿Cómo se supone que los resuelva ni hermana entonces? 
La veo tan triste… y me desespera la idea de que cada vez esté más entrampada y termine separándose. Tienen dos hijos HERMOSOS, una niña de tres y un varón de un añito que es un sol (…de verdad padre que se lo digo objetivamente, tengo muchos sobrinos, pero estos dos son fuera de serie!! demasiado lindos).


Ella es super femenina, íntegra, buena, y yo veo que él decide todo, y ella cede, y acepta. Pero es como si cada vez se desdibujara más su persona… no sé si me explico lo que quiero decir? Por ejemplo ella no trabaja, con esos dos piojitos tiene que…  y ELIGE quedarse en su casa. Pero él lejos de valorarlo, es como si eso le fastidiara… Entonces me cuesta aconsejarla. Porque lo quiero acogotar, quiero que ella reaccione un poco, pero a la vez no quisiera despertarle rabia (o más rabia) hacia él.
Sospecho que Usted me va a responder «lo mejor es no meterse, y rezar». 
Pero yo vengo a protestar, padre. 
¡Deme un consejo, algo! por algo me encontré con su libro… 
Un saludo muy afectuoso, NN


1.- MI RESPUESTA: 
Muy estimada:
Este es el mail que Usted me consultó en un comentario. 
No lo publiqué para no hacer público su correo
Demasiado larga debería ser mi respuesta para ser por escrito. 
Y no daría solución ninguna.
Exigiría todo un replanteo de su consulta y de la situación creada por la elección matrimonial de su hermana. 
Ella eligió casarse, a ciegas, con un hombre sin fe y allí empezó a dejar su propia fe de lado. 
Lo que vive es el lógico resultado de sus decisiones. 
P. Horacio

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