saber cómo diferenciar a mi esposa del demonio que la puede estar tentando.
Igualmente, me parece que todavía no puedo decir que vivimos una amistad matrimonial plena y como he leído en sus escritos, el vino bueno (de las bodas de Caná) viene al final.
También una vez leí una explicación del pasaje del Evangelio en el que Jesús dice que no vino a traer paz sobre la tierra sino la división o la guerra (no recuerdo el pasaje textual) según la cual, para alcanzar la verdadera alegría es necesario pasar por el crisol de la purificación y de la cruz.
En Cristo.
Gerardo
Y yo le respondí a Gerardo:
¡Qué bueno lo que me dices! ¿Lograste ayudar a tu señora a vencer la desmedida ansiedad por el hijo? ¿Has practicado la oración silenciosa en forma de exorcismo, usando tu poder sacramental de esposo cuando la ves tentada?
Bueno. Vuelvo a pedirte permiso para usar en el blog del Buen Amor nuestra correspondencia sobre el tema que me planteas.
Padre Horacio
Gerardo me respondió:
Padre:
Respecto a la ansiedad desmedida de mi esposa por el tema del hijo, gracias a Dios también he podido ayudarla y ella pone buena voluntad. Estoy seguro de que ella reza por ello también. Se ha tranquilizado bastante, aunque el tema con cierta periodicidad siempre vuelve. Pero con paciencia, diálogo y la oración hemos superamos estos momentos.
Respecto a la oración de exorcismo ha sido una gran ayuda. Anteriormente me daba algo de cuenta que en esos momentos en que mi esposa reaccionaba así, no podía ser ella, sino que tenía que ser el demonio, pero no sabía como afrontarlos. Rezaba pero no sabía que como esposo Cristo me ha dado esa gracia de poder exorcizar a mi esposa. Pido la gracia a Dios por intercesión de María Santísima y San José de que no me olvide de este regalo del Señor y siempre que sea necesario lo utilice para Su mayor Gloria y el bien de mi esposa.
Padre, otra cosa que quería decirle es que antes de casarme yo pensaba que el matrimonio iba a ser mas fácil ya que con quien me casé es una mujer de fe como yo creíamos tener casi los mismos sentimientos en Cristo al decir de San Pablo.
Pero la cosa fue diferente, yo me desengañé, pero a pesar de las tentaciones del demonio para hablarme en contra de mi esposa supe vencerlas a tiempo y a destiempo también.
Igualmente no creo que hemos llegado aún a esa plenitud a la que se puede llegar aquí en la tierra en la unión con Cristo en el matrimonio, pero este desengaño creo que el demonio quería usarlo en contra de nuestro matrimonio, sin embargo, Dios lo ha utilizado para que crezcamos en este camino del Amor Verdadero.
Todo lo que queda por delante no me asusta, ni me desanima, al contrario me confirma en la vocación a la que Dios me ha llamado y deseo que Él la lleve a su plenitud en mi esposa y en mí, en definitiva en nuestro matrimonio que no es nuestro sino de Él.
Afectuosamente en Cristo y María.
Utilice mi testimonio como usted lo desee Padre, sea sólo para Gloria de Dios!!
Gerardo