
Mi problema personal se relaciona con una adicción sexual: consumo pornografía de manera compulsiva y, en ocasiones, caigo en la masturbación. Esta lucha está teniendo un impacto significativo en nuestra relación. Mi novia es consciente de mi adicción y, en un intento de ser honesto y transparente, le he compartido mis recaídas, que desafortunadamente son frecuentes. Sin embargo, esto ha generado un ciclo negativo de peleas y angustia entre nosotros, lo cual nos preocupa en nuestro camino hacia una vida más casta juntos. Para ella, esto significa una gran angustia, y a menudo me siento controlado por ella o siento la necesidad de informarle lo que estoy haciendo para que no piense mal de mí.
Llevo luchando con esta adicción durante más de 10 años y estoy comprometido en una lucha constante por cambiar este mal hábito. Me acerco frecuentemente a la confesión, sin ocultar mi pecado e intento asistir regularmente a misa, reconociendo la necesidad de una guía espiritual en este proceso. He puesto muchos medios concretos para cambiar, como la instalación de filtros de pornografía en todos mis dispositivos, establecimiento de límites de horario de uso del celular, eliminación de aplicaciones de redes sociales que puedan ser gatillos, y he modificado mis hábitos de comida y ejercicio. Además, quiero mencionar que estoy en contacto con sus escritos, en especial La casa sobre roca que ha sido una fuente de formación, inspiración y consuelo para mi y para mi novia.
Mi novia y yo buscamos sinceramente vivir una vida de castidad en nuestra relación, pero esta adicción se interpone en nuestro camino. Por eso, me gustaría recibir su consejo sobre cómo manejar esta situación de una manera más saludable y constructiva, especialmente en el contexto de nuestro noviazgo, preparándonos para una vida juntos y nuestro deseo de vivir de manera casta. ¿Debería seguir compartiendo mis recaídas con mi novia, o sería más beneficioso abordar esta lucha de otra manera que no afecte nuestra relación? ¿Tiene algún consejo para darle a ella? Cualquier información o consejo que pueda darme en relación a esto será de gran ayuda.
Le agradecería mucho si pudiera brindarme su orientación en este asunto. Estoy dispuesto a seguir sus consejos y trabajar en superar esta adicción de la mejor manera posible, en aras de una relación más sana y casta con quien quiero que sea mi futura esposa.
Agradezco de antemano su tiempo y atención. Sinceramente, NN [Llamémosle Agustín]
MI RESPUESTA A UNO QUE VALE PARA TODOS:
Agradezco sinceramente su mail y la preocupación que muestra por mi situación. Comprendo la gravedad de la adicción a la pornografía. Sus palabras fueron de mucho ánimo para mi. Deseo firmemente dar esta batalla con toda la fuerza necesaria.
Entiendo lo que dice de que basta un simple acto de curiosidad para quedar atado: a los 12 años lo tuve, absolutamente inconsciente de toda la miseria que traería a mi vida futura.
Dado que mi trabajo depende de mi computadora, no puedo desprenderme de ella, pero tomaré medidas para bloquear el acceso a la pornografía en ella.
Su mensaje me ha animado mucho y quiero comenzar un camino de regreso a la casa de Dios. Verdaderamente, gracias a usted, ahora tengo palabras que describen lo que me pasa. A menudo he pensado que el diablo no tenia ninguna necesidad de preocuparse por mi a causa de mi gran debilidad.
Le agradezco mucho su claridad y guía. Gracias tambien por tomarse el tiempo de leer y responder.
Un saludo de NN que eligió por seudónimo Agustín