ANTE la dura PERSECUCIÓN, Mons. JACINTO VERA
CONSAGRÓ el URUGUAY al Sgdo. CORAZÓN

CARTA PASTORAL de Mons. JACINTO VERA ANTE la DURA PERSECUCIÓN CONSAGRÓ al URUGUAY al SAGRADO CORAZÓN de JESÚS

De la Carta Pastoral de Mons. Jacinto Vera
motivando la consagración del Uruguay
al Sagrado Corazón de Jesús. (20 de mayo de 1875)
Hoy, cuando la persecución se ha hecho crónica y sistémica,
ambiental y sistemática, re-consagrémonos

Clero y fieles del Vicariato:
Al dirigiros nuestra voz poco ha con ocasión de la santa cuaresma os decíamos: «Bien sabéis, clero y fieles muy amados en el Señor, que nuestra misión sobre la tierra no es de descanso sino de lucha. Somos miembros de la iglesia militante, de esa iglesia que fundada con la sangre de su Divino Salvador, ha sido siempre y lo será hasta la consumación de los tiempos, fecundada con la sangre de millones de mártires.»
Hoy que la tempestad lejos de calmar arrecia cada vez más, no podemos ni debemos hacer otra cosa que recordaros nuevamente los males que sufre la Santa Iglesia y los peligros que constantemente nos rodean.
                  Nuestra Santa Madre la Iglesia atraviesa una de las épocas más críticas por que ha pasado desde que el Hijo de Dios la fundó sobre la tierra: Nos hallamos en uno de esos periodos en que todos tenemos obligación de trabajar y hacer sacrificios, ofreciendo en defensa de la gloria de Dios y en bien de las almas, nuestros desvelos, nuestro reposo y, si es necesario, hasta nuestra propia vida.
                  Hay gentes de fe y buena intención, pero ignorantes de la historia o pusilánimes, que al ver los males de la Iglesia en la presente época, se asustan más de lo necesario como si creyesen que la virtud nunca fue hasta ahora perseguida. Error funesto que hace que no pocas personas se desalienten y se retiren a llorar inactivamente dentro de su casa, lamentándose de haber nacido en tiempos que juzgan los más desgraciados. A tales personas se les debe decir que la Iglesia ha sido combatida muchas veces por enemigos poderosos, de los cuales ha salido siempre triunfante, como lo saldrá de los actuales. La tierra ha sido y es lugar de prueba. Los innumerables mártires que gozan de Dios en el cielo, son prueba de que han sido innumerables los verdugos; si la persecución es más variada y recia en esta ocasión, también será mayor el premio de los que la resistan.
                Cuanto más oprimida se halla la Iglesia de Jesucristo, más unida la vemos, con más vigor y con mayores esperanzas de obtener una victoria definitiva. Violenta es la tempestad, pero solo arrastra la madera seca y la hojarasca. Todo lo que tiene savia no se desprende del imperecedero tronco.
                  Necesario es sin embargo que nos inspiremos en la fe y en el espíritu de sacrificio. Necesario es que acudamos a la oración y a la práctica de las obras de piedad y caridad, que aplacando la divina justicia airada por los pecados del mundo, por nuestros propios pecados, nos obtengan los dones del Señor para perseverar constantes en la lucha y acompañar en sus triunfos a la Iglesia militante.            Necesario es que acudamos a Aquel que es fuente inagotable de infinititas misericordias, Aquel de cuyo Corazón Santísimo nació la Esposa Inmaculada del Cordero, la Iglesia santa, pidiéndole acelere la hora del triunfo de esa misma Iglesia; que será a la vez el triunfo de aquel Divino Corazón en los corazones de todos los hombres. A ese Corazón santísimo centro y volcán del más puro amor, es a quien debemos de una manera especial volver nuestros ojos poniendo en él nuestra esperanza, en estos momentos de prueba.

Hoy, cuando la persecución se ha hecho crónica y sistémtica, ambiental y sistemática, renovemos la consagración

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.