ATENCIÓN A LO INTERIOR – Jazmín recibió esta gracia

Dice san Ignacio de Loyola:
«Presupongo que hay tres pensamientos en mí, es a saber, uno propio mío, que es el que sale de mi pura libertad y querer;
y otros dos, que me vienen
sin que yo lo pretenda y que vienen de afuera de mi libertad y querer: uno que viene del buen espíritu,
y el otro del malo» 
[Ejercicios Espirituales Nº 32] 
El siguiente testimonio muestra que Jazmín ha recibido estas gracias de discernimiento en el combate espiritual. 
        Sobre este mismo tema de las tentaciones al alma de la mujer, véase nuestra entrada del 7 de enero de 2013: La tentación del demonio como violación del alma femenina

Padre:
 De mi corta experiencia de luchar con el demonio, o sea…
Se corrige ella misma porque ha entendido bien que no debe “luchar contra el demonio” sino “huir hacia Cristo”.
…. huir hacia el Corazón de Cristo, observo estas situaciones:
Se ve que le han dado mucha luz para observarlas. Y se trata de distintas situaciones en que los pensamonios le quieren cortar el camino de la huida para echarse a los brazos protectores…, es decir para bajar a su corazón y empuñar la varita todopoderosa de la fe, esperanza y caridad. El tridente del que huye el demonio a la escapada con el tridente suyo de miedo tristeza e ira.
DIVERSAS FORMAS Y GRADOS DE PENSAMONIOS
1) Me tienta con imágenes o pensamientos que puedo rechazar sin ningún esfuerzo
con sólo apartar el pensamiento de ellos (ej. la impureza)
Respondo: Esto le resulta fácil porque siendo malo el objeto que se le presenta a la imaginación, su atención lo identifica  y  su voluntad que está anclada en agradar al Padre y al Esposo lo descarta.
2) Se mete en mi pensamiento y toma mi voz, me aísla y me conduce a sentimientos
negativos. En cuanto lo percibo rezo la copla o simplemente «Esposo mío… en Ti confío», y eso es suficiente para volver a la paz (por ejemplo: cuando empiezo a
revolver el pasado)
Respondo: Ha aprendido la teoría de la violación de la mente por el enemigo con pensamientos intrusos y la está aplicando en la práctica con excelentes resultados.
3) Me ataca violentamente el pensamiento con «certezas» y me produce
tanta angustia y turbación que ya no puedo ni ver ni pensar.
(Ejemplos: «no te quieren», «estás molestando, no tienen tiempo para vos»).
No alcanza la copla recitada dos o tres veces para esto. Necesito casi 15 o 20 minutos
de oración, de actos de confianza y abandono 
Entonces Dios me devuelve la paz y sigo como si nada.
Respondo: Tentación reconocida va por la mitad vencida. Y tentación resistida se achica y huye vencida.
Todo
esto suele sucederme durante el trabajo diario en casa, o en la oración, lo
cual no es problema porque dispongo de tiempo. Mi problema es cuando, durante
mi actividad en casa me encuentro turbada de tal manera, afectando mi trabajo,
concentración y trato con los chicos, y no puedo retirarme a orar.
          A veces lo hago, dejando todo lo que estoy haciendo, teniendo que asumir los
retrasos que me va a ocasionar. Otras veces verdaderamente veo que no puedo
abandonar la actividad, y me pongo a recitar, o a decir «Jesús, esposo mío, en vos
confío» y simplemente soporto la angustia, la turbación y la obnubilación
que me produce hasta que Dios lo dispone, o hasta que me encuentro libre y
puedo elevar el alma tranquila. ¿Está bien lo que hago?  
Respondo: Es la resistencia que se debe oponer a la tentación instando en la oración serena hasta que pase la tormenta, sabiendo que pasará si la resisto. Está actuando maravillosamente bien!!!
Jazmín

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