Blog destinado a presentar y comentar la Revelación divina acerca del amor humano: Creado según el designio divino, luego caído y herido por el pecado original, después santificado en el pueblo elegido; elevado por fin a Misterio Grande en el sacramento del matrimonio y hoy tan ferozmente agredido.
OYE LA INVITACIÓN DEL SEÑOR A SER SU NOVIA Y ESPOSA
Un primer acto en la historia de Sonia quedó registrado en El Blog del Buen Amor en las entradas del 1, 7 y 14 de agosto del 2009 y el 5 de Octubre de ese año. Hoy vuelve a visitarnos y nos deja este testimonio acerca de otro acto, más doloroso que el primero,pero, en la fe, más glorioso
Padre: “Mi gran pregunta es: ¿Cómo hacer para olvidar?, ¿Cómo hacer para salir y dejar ir a alguien que no nos quiere como nosotros queremos que nos quieran”. Hija: “No se trata de olvidar, sino de que ya no te duela de esa manera tan cruel esa memoria… Oye la invitación del Señor a ser su Novia y Esposa”
1.- Estimado Padre Horacio:
Reciba un saludo grande desde mi país. Hace mucho que no me comunico con usted pero siempre entro al blog para enterarme de las buenas cosas que publica, gracias por estar ahí, ayudando a los que creemos que tenemos vocación para el matrimonio aunque nos cueste el largo camino que hay que recorrer para encontrar el amor.
Padre, le pido que me ayude con sus oraciones, pues estoy atravesando una situación muy difícil. El joven que conocí hace tres años y medio por catholic net, por las dificultades que tuve para ir a su país, se cansó de nuestra relación y ahora me he enterado que está emprendiendo algo con otra chica. Enterarme de esto ha sido para mí muy doloroso… me da mucha tristeza y mi gran pregunta es: ¿Cómo hacer para olvidar?, para salir y dejar ir a alguien que no nos quiere como nosotros queremos que nos quieran.
A veces las esperanzas son una tentación, pues me da por pensar que puede regresar, etc. etc…
pero no quiero auto engañarme. Ayúdeme padre con su oración a Dios para que pronto, muy pronto yo pueda olvidar y estar libre otra vez de ese amor que ya no tiene ningún sentido.
Una amiga que perdió su bebé puso esta frase en su blog y creo que me sirve a mí también:
»Él nos hace morir y él nos da la vida; él nos hirió y él nos vendará. Aleluya»…
Yo creo, padre… sé que Dios me va a ayudar, me está ayudando… pero en este momento me cuesta mucho por eso le pido un pequeño consejo y sobre todo, sus oraciones.
Dios lo bendiga mucho, padre Horacio, un abrazo grande,
Sonia
1. Respuesta a Sonia:
“No se trata de olvidar, sino de que ya no te duela de esa manera tan cruel esa memoria… Oye la invitación del Señor a ser su Novia y Esposa”
¡Sonia!: Mi querida hija virtual en el Señor!!! Últimamente el Señor me ha puesto a invitar a la mujer bautizada a asumir en fe su llamada a la esponsalidad con el Verbo eterno, su vocación de novia y esposa del Cordero, como partícula individual donde se realiza la Iglesia entera.
Y resulta que ahora, con la llegada de tu mail, es como si el Señor me hubiera entregando un mensaje de amor que siendo para la Iglesia entera, es para cada alma de mujer y por eso es también en particular para ti.
Me da a entender el Señor que así como Él está entero, con su cuerpo alma, sangre y divinidad, en la Hostia, de manera semejante, análogamente, Su esposa, la Iglesia, es la entera comunión de los santos, y también cada partícula, o sea cada miembro de esa comunión. Y de manera especial, cada de mujer bautizada, creada por el Verbo con la destinación esponsal.
Te invito pues a que te vuelques al Señor, que hoy, a través de mí te solicita: «Sonia, ¿quieres ser mi esposa?».
Ese amor esponsal del Señor, contra lo que se pudiera pensar, no se reserva sólo para las religiosas o laicas consagradas. También la mujer casada y madre está llamada a ser esposa de Cristo.
Si respondes a esta grandiosa invitación, ya no te será necesario olvidar, porque en realidad no es necesario olvidar cuando ya no nos resulta dolorosa la memoria. Y la invasión de este gran amor en tu vida transfigurará tus recuerdos y los re-signará, hasta tal punto que lo que hoy te resulta doloroso y negativo, lo recordarás en lo que tuvo de bueno y positivo.
Pero volviendo al camino de la esponsalidad con el Mesías-Cordero… Te mando adjunto un par de archivos sobre la mística mexicana venerable Concepción Cabrera de Armida, esposa y madre de ocho hijos que vivió una mística esponsal con Cristo, que lejos de apartarla del amor a su esposo sacramental, la hizo mejor esposa y le permitió vivir mejor el santo sacramento del matrimonio.
Profundizar tu vocación bautismal al amor esponsal con el Cordero, el Verbo encarnado, no excluye la posibilidad ni el deseo de un matrimonio sacramental, pero atempera el deseo y también la nostalgia, a la vez que – como te decía – suaviza el dolor de los recuerdos y los endulza.
San Buenaventura, en el Breviloquio, también habla de que el alma del bautizado es hija de Dios Padre, esposa de Cristo y templo del Espíritu Santo. Y eso se aplica especialmente al alma de la mujer.
Todo lo que Santa Teresa y San Juan de la Cruz hablan de las bodas del alma, también se aplica especialmente a la mujer.
San Pablo en Efesios capítulo 5, muestra que al varón bautizado le corresponde la representación de Cristo en la vida esponsal sacramental, y a la mujer le corresponde la representación de la novia del Cordero.
Las realidades creadas son imagen de las realidades espirituales.
Varón y Mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios.
Y el plan eterno de Dios se revela cuando crea a los padres primeros de la humanidad, varón y mujer, los bendice para que se convirtieran en muchedumbre santa. ¿Con qué fin? con el fin de celebrar un matrimonio entre el Verbo eterno creador con esa humanidad creada, y pensada para ser, por gracia, santa y sin pecado, esposa pura y limpia de Dios, digna esposa de Dios.
Seguiría hablándote de esto. De cómo el verbo de Dios va a buscar a la samaritana, que representa la humanidad pagana que no sabe amar, junto al pozo de Siquem.
Ella había fracasado en cinco intentos de amar y ser amada y ahora tenía un hombre que no era su esposo sino posiblemente el de otra mujer. Y venía a la hora del rayo del sol, al mediodía, posiblemente para no encontrarse con las mujeres de su pueblo (que venían con el fresco de la mañana).
A ella el Verbo eterno, que es amor sediento de amor, le pide de beber. Y le ofrece transformarse en una fuente de amor para todos los sedientos, pero en primer lugar para Dios mismo, para el Verbo que se hace hombre para hacerse más asequible al amor de la creatura, al amor de la mujer que fue «construida» de la costilla.
Sí «construida» dice el hebreo. Es decir hecha templo, casa donde convivir Dios con su creatura.
Por eso, se entiende que Jesús le ofrece a la Samaritana ser el futuro templo donde como verdadera adoradora, adorará al Padre en espíritu y en verdad.
No se te pide que comiences a ser esposa de Cristo con tus sentimientos sino con tu fe.
Y hablando desde esta fe, te puedo preguntar, como amigo del Novio y enviado a ti por el Novio celestial, el Mesías Cordero: «Sonia, ¿quieres ser mi esposa?».
Ausculta en la fe tu corazón de mujer, creada para ser luego llamada por gracia a ser la novia del Cordero, la Esposa del Cordero, que al final de la Sagrada Escritura, en el último capítulo del Apocalipsis anhela en el Espiritu la venida del novio: «El Espíritu y la Novia dicen «ven» … y el Cordero responde; «Sí, vengo, vengo pronto», Vengo a celebrar la boda del fin de los tiempos con la comunión de los santos, con la Iglesia entera, pero con cada una de las mujeres de las que está formada y escuchen mi requerimiento amoroso y le respondan con su sí…
Por eso, Él va realizando esa boda, adelantándola en el tiempo de cada una, la va celebrando con cada miembro de la comunión de los santos que haya escuchado la declaración de amor y haya respondido «Sí!».
Y hoy, llega a ti a requerirte de amores, porque está sediento de tu amor, como Jesús junto al Pozo de Siquem.
Sí.
Los pozos en la Sagrada Escritura son lugares de encuentros esponsales.
Eliezer, el siervo de Abraham, encuentra a Rebeca la que será esposa de Isaac, junto a un pozo. También Jacob encuentra Raquel junto a un pozo. Y Moisés a Séfora. Los Sapienciales exhortan al joven esposo a beber de su propio pozo, de su propia esposa. O sea revela que Dios mira a Israel como una esposa infiel. E Isaías anuncia «sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación».
Disculpa este discurso tan largo. El resto quizás te lo digan las lecturas y tu meditación. Quizás ya te lo ha venido diciendo y enseñando el Espíritu Santo del que eres templo y te inhabita.
Lee por ejemplo Isaías 54, 1,5; y 62, 1-5
Todo lo que te he dicho, no significa que abandones la idea de un matrimonio sacramental, sino que engarces esa idea en el marco de una relación esponsal con Cristo. Esa relación no aparta necesariamente de una misión esponsal sacramental del Padre y de Cristo. Pero puesto que te transfigura, transfigura también esa misión. Te transfigura y te bienaventuriza. Bendiciones El amigo de tu Esposo Padre Horacio Bojorge