Blog destinado a presentar y comentar la Revelación divina acerca del amor humano: Creado según el designio divino, luego caído y herido por el pecado original, después santificado en el pueblo elegido; elevado por fin a Misterio Grande en el sacramento del matrimonio y hoy tan ferozmente agredido.
Diálogo radial con Sandra y Miriam «La corrupción del buen amor por el pecado original» PERIODISTA (Miriam).- Quiero aprovechar sus conocimientos sobre Sagradas Escrituras para que nos explique algo sobre el divorcio, porque uno ve que en el Antiguo Testamento el Señor permitía… Padre BOJORGE.- Permitía el libelo de repudio y el divorcio. PERIODISTA (Miriam).- Sí, y después del Sacramento del Matrimonio no fue así. Y cuando uno lee el Antiguo Testamento hay cosas que no comprende porque estamos más empapados de la nueva Ley del Evangelio Padre BOJORGE.- Hay que vivir esa nueva Ley. Hay bautizados que tienen dificultad en comprender esto porque ellos no están viviendo de acuerdo a su Bautismo, a la Plenitud de Sabiduría de su Bautismo. Hay mucha falta de esperanza entre los fieles. No esperan que Dios los pueda hacer felices. Dios más bien les resulta un obstáculo. Ustedes que tienen la experiencia de las clases que se dan a los novios antes de casarse saben que vienen un poco diciendo: “¡Ufa! ¿Qué tiene que ver Dios en este tema? Es un asunto nuestro”. Si Dios no tiene nada que hacer en su matrimonio, no tendrían que casarse por la Iglesia; tendrían que casarse mirándose el uno al otro. ¡Así les va después, a no ser que por una Misericordia milagrosa del Señor actúe! Pero ya vemos las estadísticas; son muy graves.
PERIODISTA (Miriam).- Antes había matrimonios naturalmente buenos porque la sociedad acompañaba. Pero hoy si no hay Sacramento recibido a conciencia… Padre BOJORGE.- Hoy es la promiscuidad total. Esto se debe a las distintas visiones del hombre que comenté anteriormente. La consecuencia de la visión de Lutero de que toda la naturaleza es mala es el divorcio. Si no hay remedio para el mal de la naturaleza, terminan separándose. La consecuencia de la visión de Rousseau de que el individuo es bueno pero la sociedad lo hace malo es que en el matrimonio la culpa la tiene el otro porque uno es inocente, bueno por naturaleza, y es la sociedad la que lo hace malo y por lo tanto el socio o la socia es quien lo hace malo. La culpa la tiene el otro: es un ping-pong de la culpa y el reproche mutuo y recíproco que desgarra los vínculos matrimoniales. Y la consecuencia que tiene la visión freudiana de que la naturaleza es buena y hay que dejarse llevar por los impulsos es el intercambio de parejas. Está llegándose a eso, está sucediendo; se sientan a una mesa, tiran el llavero y sortean quién se lleva a la mujer o al marido del otro. Estamos en esa situación porque si todo es bueno y no hay que reprimirse… PERIODISTA (Miriam).- Y aberraciones más grandes como uno escucha a diario. Padre BOJORGE.- Estamos llegando a la aceptación jurídica de la unión homosexual como si fuera un matrimonio. ¡Será una sociedad…! ¡Que la reconozcan como sociedad, pero no como matrimonio! Esa es la consecuencia de la visión freudiana que está dominando actualmente la mentalidad de la así llamada ciencia psicológica. En cambio, ¿cuál es la única visión que hace un matrimonio sano, fiel, que puede superar las consecuencias de las dificultades de la vida, en el que cada uno es para el otro misericordiosamente maestro, médico, pastor y sacerdote? Es la visión cristiana del Sacramento. Pero esto sin Dios y sin una relación con Dios no se puede vivir. ¡No se puede vivir sin Dios! PERIODISTA (Sandra).- Y ese es el problema actual: el querer sacar a Dios del medio, el querer sacar a Dios del horizonte. Padre BOJORGE.- No se puede vivir sin Dios. Por eso en el simposio del sábado sobre Familia y Sociedad voy a hablar de las consecuencias de la desacralización del matrimonio, que empieza con Lutero, que no reconoce que el matrimonio sea Sacramento. Para él los Sacramentos son Bautismo y Eucaristía; los demás desaparecen. La consecuencia de que no sea Sacramento es que si el matrimonio es algo puramente natural, el Estado tiene poder sobre él; se realiza el matrimonio civil y el divorcio civil. Y así Dios no tiene nada que ver en el amor humano ni los esposos tienen nada que aprender de Dios ni recibir de Gracia de Dios, no tienen por qué orar juntos. Es difícil mantenerse en el amor porque estamos heridos por el pecado original y el egoísmo siempre le pone límites al amor al otro. Amamos hasta donde nuestro egoísmo nos permite amar. Y nuestro egoísmo tiene que ser sanado por la Gracia ¡y puede ser sanado por la Gracia! ¡Esta es la noticia! ¡Esta es la evangelización! PERIODISTA (Sandra).- Y puede ser sanado cuando uno quiere ser sanado… Padre BOJORGE.- Cuando uno se deja ser sanado por el Señor y cuando empieza a vivir el matrimonio que ha recibido como un Sacramento. Porque aunque lo haya recibido sin darse cuenta de lo que recibía, si reamente dijo “Sí” y estaba en Gracia en el momento de decirlo, aunque después peque, en el momento en que los dos están en Gracia, el Sacramento vuelve a revivir; vuelve Dios a tomarlos como ministros. PERIODISTA (Sandra).- ¿Qué le parece, Padre, si hacemos una pequeña pausa? Padre BOJORGE.- Me parece muy bien. [Conversación en Radio Familia-Murialdo el 13 de octubre de 2008]