DISUADIENDO A UNA NOVIA EFUSIVA

1) LA CONSULTA 
DE LUIS MARÍA
Estimado Padre:
               Le escribo para consultarle acerca de algo en la relación con mi novia. Estamos de novios desde hace casi unos meses. Vivimos bastante lejos el uno del otro por lo que nos vemos el fin de semana. 
Ella es mi primera novia así que soy medio inexperto en cuestiones de mujeres. En mi pasado solía caer en pornografía y masturbación, heridas que a veces aun siento fuertemente.
               Resulta que ella es muy afectuosa, y yo desde el principio le aclaré que tiene que tener cuidado porque el varón es distinto a la mujer y ella con ciertas manifestaciones de afecto puede despertar la lujuria del varón que nubla mi razón. Para ello le dije que prefería evitar los abrazos exagerados y los besos. Que estas medidas, aunque parezcan duras, me iban a permitir concentrarme en conocer su alma sin distraerme con su cuerpo.
Bueno, ella es muy afectuosa y constantemente me muestra que me quiere. Cuando estamos juntos siempre quiere abrazarme (no de modo exagerado) y trata casi de no soltarme nunca. Esto a mí mucho no me gusta.
               Resulta que me hizo un planteo respecto de los besos, diciéndome que si es por la tentación entonces en vez de evitarla habría que enfrentarla y «aprender a dominarla», porque en el matrimonio también hay tentaciones y mejor aprender a dominarlas ahora. La verdad me siento medio mal porque me da la impresión de que no entendió mucho todo lo que le expliqué de las heridas del varón. Hasta llegó a preguntarme si podía ser que yo lo sintiera más fuerte que el resto de los hombres (cosa que negué rotundamente porque sé cómo son (somos) los varones).
               No estoy muy seguro de qué decirle para que entienda, ella reclama manifestaciones físicas de amor que no estoy dispuesto a dar, porque sé que si cedo voy a dañar seriamente la relación. No sé cómo hacer para que entienda… trato de mostrarle amor de otras maneras (viajando mucho para vernos, llamándola todos los días, regalándole flores, etc.) pero ella pareciera pedir algo más físico.
               La verdad yo venía rezando pidiendo a Dios me haga conocer a mi futura esposa, y ella me encanta. Rezo pidiendo el casarme con ella. No quiero dañar nuestro amor por ceder a su pedido.
               Muchas gracias Padre por su consejo. Luis María
2) Mi respuesta
Estimado Luis María
Lee junto con tu novia mi libro La Casa sobre Roca (Editorial Lumen, Buenos Aires) Lean primero las cinco fichas sobre el noviazgo y luego las dos sobre el matrimonio. También puedes empezar por las dos sobre el matrimonio.
               Tu novia debe ser instruida por vía de la cabeza, de la mente. Y eres tú el que debe gobernar su cabeza con la verdad. Pero también no permitiendo abrazos ni contactos físicos como los que describes.
               El noviazgo no es un tiempo para lo que ella erróneamente dice. Es después — ya dentro del matrimonio — donde los actos dispositivos para la cópula carnal pueden culminar en su fin natural. En el noviazgo están fuera de lugar. No permitas que ella permanezca en esa ignorancia y menos que te la imponga a ti contra tu razón y convicciones.
               Te aconsejo que leas junto con ella en mi libro «El buen amor en el noviazgo» (Editorial Lumen, Buenos Aires) el capítulo séptimo titulado: Gimena. La castidad en el noviazgo. Por si no tienes el libro te adjunto el archivo de ese capítulo. Pero te encarezco que si puedes adquieras el libro, porque si a mi editor no le va bien, mis libros no se podrán seguir consiguiendo, y sabes que todos los editores están pasando tiempos difíciles.
               No debes permitir que tu novia dirija la batuta en el modo de relacionarse ambos físicamente durante el noviazgo. Ella debe aceptar las reglas de juego. Adán pecó porque aceptó comer el fruto prohibido cuando la Mujer se lo ofreció. Tú debes ser el custodio y el defensor de la Ley divina y humana y de la razón iluminada por la fe que han gobernado la cultura católica durante dos mil años. Micaela, tu novia, como tantas otras buenas chicas de hoy, tiene la cabeza arruinada por Hollywood y las telenovelas. Tú debes salvar la mente de ella y preservar el autodominio de ella como escudo para el tuyo. Si tu pasión vuelve a despertarse después de un pasado de lujuria y pornografía, si levantaras apenas un poquito la tapa de tus sótanos pasionales y volviese a escaparse la serpiente, mordería todo el futuro de ambos y lo envenenaría. Micaela sería la primera víctima y reconocería tarde los frutos de su ignorancia. A través de tu mujer te dominaría y luego la desolaría a ella.
               Díle bien claro que si ella se convierte en ocasión de pérdida de tu autodominio durante el noviazgo, si no te hace caso y quiere imponerte ahora su criterio erróneo y discutir tu razón iluminada por la fe, lo mismo y peor hará  después, en todo lo demás, durante el matrimonio. Por ejemplo para, llegado el momento, negarte los hijos, o en imponer otros criterios igualmente mundanos y   contrarios a la fe. Si eso no se corrige, la hace indeseable como esposa en el futuro.
               No que hay asombrarse de que sea ignorante y como toda criatura hija de Eva esté llena de inadvertida soberbia y espíritu de desobediencia a Dios. La gobierna el padre de la mentira y por eso ella no se somete a la razón iluminada por la fe y pretende imponer su propia ley. Si no se corrige deberías dejarla.
               Ahora debo cortar porque no estoy en un tiempo apropiado. 
He respondido sólo por tratarse de una emergencia… Ténme al tanto después del 15 de febrero. Mientras tanto, mantén cortas las visitas y ocúpalas en la instrucción de su novia. Compren y lean con ella la Casa sobre Roca durante 7 visitas. Un capítulo por visita. Si compran dos ejemplares, le dejas uno a ella para que lea y luego se cuentan lo leído y lo conversan juntos. Si ella impugna las verdades e fe expuestas en el libro, déjala hasta que cambie y si no cambia que el Señor te salve de ella porque sería para ti un agente de satanás que te destruiría, por mano de ella, a ti y a tu descendencia…
P. Horacio
3) Luis María acusa recibo 
¡MUCHISIMAS GRACIAS PADRE! Su respuesta me iluminó mucho respecto de cómo debo actuar. Luego del 15 de este mes le escribo. Muchas gracias otra vez.
4) Luis María responde 
¡Hola Padre! Le cuento que pude hablar bastante con mi novia y lograr algo que me costaba conseguir y me frustraba mucho: que ella a partir de la «teoría» vea las implicaciones prácticas de los principios. 
Incluso en un momento sentía que iba a ser imposible, pero después de mucho hablar lo logramos. Entre su libro (que gracias a Dios pude adquirir rápido y que vamos leyendo) y lo que le charlé yo, ella ahora cambió de actitud. Hasta me parece que le alegra que yo le haya demostrado que estoy seguro de lo que digo y eso la hace sentir segura. Ella reconoce las razones que le expongo y se deja guiar por ellas.
          Le expliqué que la herida del pecado original en la mujer la hace buscar consuelos sensibles en el varón y por eso busca sus caricias. Que ella en el fondo siente que tiene un vacío de amor y que por eso busca abrazos, caricias, manifestaciones de afecto. Pero que ella no tiene que dejarse dominar por ese deseo desordenado, ni tiene que tener miedo de que yo la vaya a dejar de querer. 
         Le remarqué muchas de las cosas que hago para mostrarle concretamente mi afecto: regalos, viajes, hasta el buscar llevarme bien con su familia. Le mostré cómo la mayor manifestación de afecto es el que yo quiera concentrarme en ella como persona, no como un consuelo de orden «sensible-sensual».
               Le dije también que si ella me ama con amor de benevolencia, lo más importante que tiene que querer es mi bien y eso implica que me ahorre ocasiones de pecado, por descontrol de mi instinto sexual. Que cuando ella busca manifestaciones de afecto para complacerse ella misma se está buscando a sí misma y eso no es por amor a mí. Que el verdadero amor está en negarse a uno mismo por el bien del otro.
Finalmente, le recalqué que un noviazgo católico es radicalmente distinto que uno mundano y que no busque nada parecido a eso… que lamentablemente muchos católicos (incluso de grupos y ambientes de buena doctrina) viven mundanamente y eso genera mucho daño. 
Ella como que entendió y de hecho se lamentó que no se enseñen estas cosas.
         También le dije que lo que nos tiene que llenar es la presencia del otro, no las manifestaciones físicas de afecto.
          La veo incluso contenta. Está feliz porque ahora sabe cómo manejarse y conoce los fundamentos. Me alegra haber logrado que ella pase de los principios a las conclusiones naturales en estos temas. También estoy bastante contento porque siento que tengo las riendas de la relación para bien de ambos.
               ¿Cuándo va a andar por Buenos Aires? Me gustaría mucho que ella y yo podamos ir a saludarlo. ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS QUERIDO PADRE POR TODO! Luis María
6) Mi respuesta
Estimado Luis María
Me alegra mucho que el Espíritu Santo te haya dado la victoria mediante el amor dirigido por la razón y la fe,  don precioso de Dios para ti y para Micaela.
           Tenme al tanto de la evolución de tu noviazgo. Y sigan estudiando juntos la divina sabiduría católica acerca del sacramento del matrimonio contenida en mis libros.
Es el prospecto. Hay que conocerlo bien para no arruinarlo todo.
P. Horacio Bojorge

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.