EL HIJO «DE LA VEJEZ» DEVUELVE EL PRIMER AMOR

«a mí me parece que ninguno va a ser el último… porque la última palabra la tiene Dios»  
Padre:
¡Qué bueno que haya agarrado al vuelo mi insinuación al mencionar la posibilidad de otro hijo y me haya animado para que tengamos otro niño y sea compañero de juegos del que buscamos cuando yo ya me había dado por jubilada de mamá, y vino tantos años después de la última de las seis mujeres.
La sugerencia de mi esposo — porque como le dije fue él el que hizo la alusión de encargar otro bebé –, no me “hiela la sangre” como usted supuso… no.  Me da un poco de miedo que sea tan llorón como José. 
Porque desde que nació hasta cumplir el año en enero, hace sólo 3 noches que duerme bien gracias a que le cambiaron la medicación. 
Ahora le hice unos análisis de sangre para ver el por qué de su gastritis y si tiene alergia a la leche (que lo pone tan llorón).  Toma una leche especial pero igual llora.  Este viernes tengo que llevarlo a hacerle unos Rayos equis seriados en el estómago, esófago y duodeno. Veremos. 
Además cuando me embaracé de José sabía BIEN que no iba a ser el último… porque a mí me parece que ninguno va a ser el último… porque la última palabra la tiene Dios.  Y porque el mejor juguete para un nene es un hermanito.

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