Sabemos que el pecho materno no es solamente una fuente de alimento. El bebé llora desesperado y cuando toma el pecho encuentra su sosiego y reconoce a su madre, tal como si dijera mientras mama: «esta es mi mamá y con mamá estoy bien, me siento tranquilo y protegido». La boca del bebé es un órgano de identificación, así es que cuando ya tiene algunos meses y logra tomar un objeto, rápidamente se lo llevará a la boca pues es la forma de reconocerlo.
Los chupetes, tetinas y mamaderas
El paso número 9 para ser reconocido como “Hospital Amigo de la madre y el niño”, iniciativa de la OMS, es no dar a los niños alimentados al pecho tetinas o chupetes artificiales. Existen pruebas crecientes de que el uso de tetinas y chupetes se asocia con abandono precoz de la lactancia, así como con otros problemas. El bebé recién nacido que se acostumbra a la mamadera difícilmente aceptará el pecho y por eso se desaconsejan las mamaderas y chupetes en la internación conjunta, pues esos primeros días son un período particularmente sensible. Podríamos decir que el bebé hace una impronta equivocada, tal como los gansos de Konrad Lorenz lo hicieron con el ser humano. Fueron infructuosos los intentos de devolver a su pollita Martina a mamá oca y debió resignarse a seguir cuidándola personalmente.
Un niño que toma exclusivamente el pecho no reconoce una tetina de goma, no sabe y no la quiere tomar: «esto no es mi mamá, no me interesa». Es decir que establece un vínculo con un único objeto al que identifica como fuente de placer y sosiego. Aunque algunos bebés pueden tomar el pecho y también usar chupete o biberones, esto no es lo más común. He conocido bebés que se acostumbran a tomar del pecho con una pezonera intermedia, en los casos de madres que tienen pezones planos. Progresivamente cuando mejora la forma de los pezones y pareciera que el bebé podría tomarlos ya no los aceptan… ¡quieren la pezonera! Probablemente la impronta es más fuerte cuanto más precozmente se introduzca la pezonera, chupete o tetina. También hay bebés que toman el pecho de un solo lado, el izquierdo o el derecho y rechazan al otro. Parece que encuentran una diferencia entre ambos pezones. Una interpretación probable es que reconoce a uno solo como imagen de su madre y desconoce al otro. Es importante que tome y conozca ambos lados desde el comienzo.
El estudio comparado del comportamiento de los animales nos ayuda a comprender la manera en que se establece el vínculo entre la madre y el bebé y nos brinda argumentos para explicar por qué no usar chupetes ni biberones para una lactancia materna exitosa. Una vez que el bebé ha reconocido el pecho materno, difícilmente lo querrá cambiar.
El Imprinting hoy
Fuente: http://www.cerebromente.org.br/n14/experimento/lorenz/index-lorenz_p.html
Estudios recientes han demostrado que la visión tradicional de la impronta propuesta por Konrad Lorenz y sus seguidores puede ser incompleta o incluso incorrecta. Lorenz estudió los animales en sus ambientes naturales, sobre todo porque esta es una de las principales premisas de la etología, sin embargo, los investigadores del imprinting han estudiado el hecho en el contexto moderno de un laboratorio de control más estricto. El objetivo de este enfoque es estudiar el papel de formas especiales de aprendizaje, tales como la memoria de reconocimiento visual que funciona en el imprinting.
En el laboratorio, la situación de la creación y ensayo para todos los sujetos son más fácilmente estructuradas y controladas, así como el medio ambiente donde la hembra pone los huevos antes de la eclosión de los huevos. Por ejemplo, la iluminación y la temperatura son constantes, las paredes y los pisos de todos los dispositivos son de color negro, sin comida ni agua disponible durante el experimento, y la manipulación de los animales es mínimo.
Estas investigaciones han demostrado que el imprinting no es ni rápido ni irreversible, ni se limitado a un período crítico, como afirmaban Lorenz y sus seguidores. Se descubrió también que la impronta se produce en otras especies, y que los componentes de aprendizaje son más importantes que los que se pensaba (Hoffman, 1996). Hay pruebas de que este proceso está vinculado a la liberación acumulativa de endorfinas en el cerebro.
Así, algunos autores han formulado la hipótesis de que el estímulo “impresión” proporciona una retroalimentación reconfortante a través de la liberación de endorfinas cerebrales, de forma que actúe para corregir la asociación con el objeto.
Otro resultado importante del re-examen de las teorías de Lorenz fue que el período crítico puede derivarse de la no injerencia del período que comienza en el miedo a lo desconocido, cuatro o cinco días después de la cría. Por lo tanto, no hay competencia con las respuestas de miedo, y el estímulo del medio ambiente se convierte en un objetivo para la vinculación social.
¿Hay determinadas zonas del cerebro responsables de la impresión?
Al parecer. Varios estudios utilizando diferentes técnicas neurobiológicas han implicado a la parte medial e intermedio de una estructura llamada hiperestriado ventral (IMHV) en ambos lados del cerebro como una de las estructuras probables para el almacenamiento de la asociación de imprinting (Horn, 1985). La cresta dorsal ventricular ( o DVR) es una estructura que sólo aparece en las aves y reptiles. En las aves, el DVR incluye hiperestriado ventral, y otra zona llamada wulst. El wulst parece ser parte de un sistema que se asemeja a la del sustrato de la memoria en los mamíferos.
La evidencia experimental sobre el papel de IMHV se obtuvo de Hornos y sus colaboradores en una serie de trabajos científicos. Ellos demostraron que los pollitos que a los que se les extirpaba sus IMHV de ambas partes ya no podrían tener, ni reconocer la impronta.
La contribución de la impronta de la ciencia
En conclusión, la impronta es un maravilloso ejemplo de la interacción del comportamiento innato de cada especie, y las propiedades específicas de aprendizaje, que se ha denominado «la percepción» (Bateson, 1966). Estos estudios afirman que las especies animales están genéticamente construidas para que puedan aprender los tipos específicos de comportamiento que son importantes para la supervivencia de las especies. La impronta es una de esas formas de comportamiento.
Por último, mencionar que los criadores de patos y gansos son muy conscientes de la existencia de impronta y, a veces se aprovechan de ella. Por desgracia, la práctica intensiva de la explotación económica de los pollos ha llevado al proceso de incubación artificial de huevos en ambientes estériles y no natural. Esto, a su vez, produce millones de pollos, gansos y patos «huérfanos», que se ven privados de su desarrollo
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