CLAUDE LÉVI-STRAUSS:
INTENTO DE CONVALIDACIÓN ACADÉMICA
DE UNA ANTROPOLOGÍA DESACRALIZADA
Quiero referirme ahora a la teoría de Claude Lévi-Strauss acerca de la estructura elemental del parentesco, porque me parece que es un intento de convalidar académicamente el proceso de profanación de los vínculos matrimoniales y de su consiguiente absolutización.
Claude Lévi-Strauss enseñó Antropología social en la Sorbona y se ha dicho de él que fue autor “de la filosofía más rigurosamente atea de nuestro tiempo”[1].
El origen de la sociedad y la estructura elemental del parentesco
Excluido por principio metódico todo dato revelado acerca del origen de la sociedad humana, Claude Lévi-Strauss busca ese origen de la sociedad humana y cree haberlo encontrado en la estructura elemental del parentesco.
Su enfoque de la estructura elemental del parentesco que, según él, marca, en su origen, el pasaje del estado de naturaleza al estado de sociedad, ignora totalmente cualquier origen ni arquetipo divino, ya sea para la alianza matrimonial, ya sea para las relaciones de parentesco. No hay lugar, en su pensamiento, para que pueda existir objetivamente un nosotros humano-divino o divino-humano como sucede en la revelación bíblica. Su visión de lo social descarta totalmente este hecho y sólo considera relaciones entre seres humanos. No puede haber sociedad entre Dios y el hombre.
De este manera, viene a proyectar en las culturas que analiza, una visión que pertenece a la cultura desde la que las analiza, que es la cultura del hombre ídolo de sí mismo, el hombre que se pone en el lugar de los dioses.
Intentaré resumir aquí lo que dice acerca de este asunto Claude Lévi-Strauss acerca de las estructuras elementales del parentesco [2].
El punto de partida de los estudios de Lévi-Strauss es la prohibición universal del incesto en todas las culturas. «Es conocida – dice – la función que la prohibición del incesto cumple en las sociedades primitivas. Al proyectar – si cabe decirlo así – las hermanas y las hijas fuera del grupo consanguíneo y asignarles esposos provenientes de otros grupos, anuda entre estos grupos naturales, vínculos de alianza que son los primeros que pueden calificarse de sociales [3]. La prohibición del incesto funda de esta manera la sociedad humana y es, en un sentido, la sociedad» [4]. Esta prohibición obliga a que se tome pareja fuera de las relaciones de consanguinidad. Y en consecuencia, impone la relación de alianza entre no consanguíneos. Esto tiene consecuencias a la hora de determinar cuál sea la estructura elemental y más simple de parentesco. Podría imaginarse que se considerara como tal a la terna padre, madre, hijo. Pero a esta terna elemental le falta todavía una relación constitutiva, la del hermano de la madre, el cuñado o tío materno. La alianza esponsal supone o deriva de una alianza anterior, la alianza interfamiliar.
Claude Lévi-Strauss afirma que: «El carácter primitivo e irreductible del elemento de parentesco tal como lo hemos definido [cuñado-esposos], resulta, en efecto, de manera inmediata, de la existencia universal de la prohibición del incesto. Esto equivale a decir que, en la sociedad humana, un hombre únicamente puede obtener una mujer de manos de otro hombre, el cual la cede bajo forma de hija o hermana. No es necesario, pues, explicar cómo el tío materno hace su aparición en la estructura de parentesco: no aparece sino que está inmediatamente dado: es la condición de esa estructura”[5].
Esta estructura reposa a su vez en cuatro términos (hermano, hermana, padre, hijo) unidos entre sí por dos pares de oposiciones correlativas y tales, que, en cada una de las dos generaciones implicadas, existe siempre una relación positiva y otra negativa. Ahora bien ¿qué es esta estructura y cuál puede ser su razón? La respuesta es la siguiente: esta estructura es la más simple estructura de parentesco que pueda concebirse y que pueda existir. Es hablando con propiedad, ‘el elemento de parentesco’.
En apoyo de esta afirmación, Lévi-Strauss aduce un argumento de orden lógico: para que exista una estructura de parentesco es necesario que se hallen presentes los tres tipos de relaciones familiares dadas siempre en la sociedad humana, es decir, una relación de consanguinidad, una de alianza y una de filiación: dicho de otra manera, una relación de hermano a hermana, una relación de esposo a esposa y una relación de progenitor a hijo.
[1] Jean Lacroix, “La pensée sauvage”, Le Monde, 27 noviembre 1962. Citado por Eliseo Verón, en el prólogo a la edición española de la Antropología estructural, Eudeba, Buenos Aires 1968, p. IX
[2]Claude Lévi-Strauss, Antropología Estructural, Ed. Eudeba, Bs. As. 1968, (Tit. Orig.: Anthropologie Structurale, Plon, Paris 1958)
[3] Nótese cómo para Lévi-Strauss, la sociedad compleja brota de estas relaciones de alianza fuera de la familia consanguínea.
[4] O.c. p. XXXVI
[5] Claude Lévi-Strauss, Antropología estructural p. 45