Blog destinado a presentar y comentar la Revelación divina acerca del amor humano: Creado según el designio divino, luego caído y herido por el pecado original, después santificado en el pueblo elegido; elevado por fin a Misterio Grande en el sacramento del matrimonio y hoy tan ferozmente agredido.
David Díaz Criado es asiduo colaborador del Blog del Buen Amor con sus comentarios, ecos y reflexiones. Ha tenido la gentileza de colaborar a pedido mío, enviándonos estas reflexiones.
QUINTO: De modo semejante a como dicen los ancianos que los jóvenes parecen santos pero no lo son, mientras que los ancianos no lo parecen pero lo son, a veces podemos pensar que las mujeres parecen buenas pero no lo son (porque son expertas en sacar de quicio a los varones) mientras los varones no lo parecen pero lo son. Es decir: la fuerza de las mujeres estriba en la humildad, la misericordia y la caridad (a ejemplo de la Virgen), mientras que la fuerza de los varones estriba en la bondad, la justicia y la verdad (a ejemplo de Dios y de Jesucristo). Porque así destacaron respectivamente las santas y los santos de Dios.
Por lo tanto esta bondad del marido se muestra en que debe ser capaz de dar la vida por su esposa porque tal y como dijo San Juan Crisóstomo “donde hay matrimonio allí está la muerte”, es decir: en el cielo no hay matrimonio porque no existe la muerte, pero aquí en la tierra debe el marido estar dispuesto a morir por el amor de su esposa tal y como Jesucristo dio su vida por el amor de la Iglesia (su Esposa). Y esta es la diferencia entre “la culpa” y “la causa”, es decir: no debe el marido morir por culpa de su esposa (por culpa de sus pecados) sino por su causa (por la causa de su gloria); y esta es la diferencia entre el pecador y el santo, es decir: los pecadores matarían por ellas pero los santos morirían por ellas (como Jesucristo).
Y esta es precisamente la piedra de toque del matrimonio, es decir: la bondad del marido debe permitirle entregar la vida por el amor de su esposa, mientras la humildad de la mujer debe llevarla a obedecer a su marido guardando sus palabras y meditándolas en su corazón como nos enseña la Virgen María. Así es tan difícil para los varones entregar su vida como para las mujeres la obediencia (porque piensan que con ello pierden libertad). Pero no hay otro camino que obedecer por mucho que cueste (menos en el pecado); y por poner algunos ejemplos diría que es precisamente por esto por lo que dicen los jóvenes que lo difícil no es encontrar una buena novia sino una buena esposa; y por eso decía Lord Byron que es más fácil morir por una mujer que vivir con ella, y por eso dicen los varones que no pueden vivir sin ellas pero con ellas tampoco, y por eso dice la profecía de Oseas que Dios es para su pueblo (su Iglesia, su Esposa) como el marido que perdona las infidelidades de su esposa, es decir: sus desobediencias y rebeldías. No obstante también dice Dios de su esposa: “amada mía, por un instante te oculté mi rostro, pero con misericordia eterna te amo”, es decir: por mucho que cueste hay que estar dispuesto a morir por el amor de la esposa, porque Dios bendice al marido con la Cruz y a la esposa con la Espada que atravesó el corazón de María.