Blog destinado a presentar y comentar la Revelación divina acerca del amor humano: Creado según el designio divino, luego caído y herido por el pecado original, después santificado en el pueblo elegido; elevado por fin a Misterio Grande en el sacramento del matrimonio y hoy tan ferozmente agredido.
David Díaz Criado es asiduo colaborador del Blog del Buen Amor con sus comentarios, ecos y reflexiones. Ha tenido la gentileza de colaborar a pedido mío, enviándonos estas reflexiones.
SEXTO: A pesar de que pueden ser más abundantes y más graves las tentaciones que tienen que soportar las mujeres (porque el Diablo busca a toda Eva) eso no es excusa para rendirse sino para recordar que la salvación pasa primero por el Fiat de aquellas mujeres que sean el vivo reflejo de la Virgen Maria (Altera María – Ipsa María) es decir: de aquellas que están dispuestas a mantener a toda costa su humildad a cambio de la bondad de sus maridos. Por lo tanto es imprescindible que las mujeres no se dejen vencer por el orgullo ni por la soberbia ni por la arrogancia porque las consecuencias de la derrota en este campo son funestas no solo para ellas sino para toda la familia (empezando por el marido y terminando por los hijos).
En consecuencia hay que recordar que dijo Salomón que “mas vale vivir en un desierto que con mujer rencillosa e irascible”, y también dijo que “la maldad de la mujer acaba con la muerte”. Y también hay que recordar que Jesucristo en una de sus apariciones ha dicho que “son los pecados de las mujeres los que convierten a los hombres en demonios y el mundo en un infierno”; y por eso ha dicho la Virgen en otra de sus apariciones que “tal y como sean las mujeres así serán los hombres”. Es decir: las mujeres pueden ser mucho peores que los varones (como Adán y Eva) o mucho mejores (como la Virgen María y San José).
Por lo tanto: la esperanza y el orgullo de los maridos consiste en que sus mujeres, en cierto modo, quieran santificarse a imagen y semejanza de la Virgen María para llegar a ser Alter María – Ipse María, es decir: los varones pueden estar orgullosos de que sus esposas fueran mejores que ellos de igual manera que los padres y madres de familia pueden estar orgullosos de que sus hijos fueran mejores de lo que fueron ellos.
Y este es el testimonio bastante claro de la Sagrada Familia, es decir: San José estaba orgulloso de María y los dos estaban orgullosos de Jesucristo. Por lo tanto podemos pensar que las mujeres no pueden ser iguales que los varones (porque ellas no son varones) pero sí pueden (con la ayuda de Dios) ser mejores. Por eso decía San Josemaría Escrivá de Balaguer que la felicidad depende de las mujeres…y por ello las recomendaba ser mitad ángel, mitad mujer; porque este es el testimonio de la Virgen María que dijo en una de sus apariciones: “siendo mi marido San José un hombre justo…yo hice de él un ángel.”