MADRE CORREDENTORA
¡Madre Corredentora! ¡Madre Corredentora!
Así te canta el sol con alegría ,
al despuntar la aurora ,
y las cumbres bravías
de los Andes , Señora ,
se alzan llamándote ¡Corredentora!
En los valles sonoros ,
palomas y zorzales cantan con alegría
en armonioso coro
inundando sus cánticos la flora :
Es La Virgen María por la gracia de Dios, Corredentora.
El río caudaloso
que desgasta la roca en su camino
en su andar presuroso
alza su voz sonora
y en cada torbellino
repite que eres Tú Corredentora.
Las costas y los mares
de todas las regiones
donde frenan los ríos sus andares
y el agua se remansa y se demora
te proclaman a Ti Corredentora.
El hombre peregrino
que camina en la tierra paso a paso
pensando en su destino
ríe , descansa , llora …
sin saberlo extraña tu regazo ,
Madre, porque eres tú Corredentora.
Nosotros doloridos ,
que vemos nuestra Iglesia atormentada ,
herida por bandidos
que ostentan posiciones encumbradas ,
con penitencia y llanto en esta hora
acudimos a Ti , Corredentora.
Madre de Dios , Señora
de la Iglesia y la Patria traicionadas ,
socorrednos ahora;
las huestes de satán sean vencidas
y La Iglesia y la Patria restauradas
te nombren otra vez Corredentora.
¡Que así sea Señora!
Si es preciso juguemos nuestra vida
que será bien jugada ;
ganaremos el cielo en la partida
¡Será en muy buena hora
dar la vida por Ti, Corredentora!
Luis Moisés Jardín Lahetjuzan
ROSARIO DE HOMBRES
Sus oraciones llegan hasta el cielo
en alas de celeste angelería
y bajan bendiciones a este suelo
sanando el alma de la Patria mía.
De todas partes vienen con rosarios
y un deseo muy dentro que los guía ;
Iglsias , Catedrales y santuarios
contemplan su fervor. Hay alegría,
tristeza , penas , gratitud , amores.
¡Iglesia y Patria duelen hondamente!
Madre que padeciste los dolores ,
mira a tus hijos que calladamente
repasan cuentas cual si fueran flores
para ponerlas en tu hermosa frente.
-P. Luis Moisés Jardín Lahetjuzan
CUANDO VUELVA A REÍR LA PRIMAVERA
Cuando vuelva a reír la primavera
habrá flores llenando los balcones ,
habrá voces marciales y señeras
de jefes alistando las legiones ,
vibrarán los clarines en la espera
convocando a formar los escuadrones.
Miles habrá ciñendo sus guerreras
casacas y sus regios cinturones.
Rosarios rezarán en las trincheras
donde aguardan nutridos batallones
y desde el norte al sur en las fronteras
habrá sables , fusiles y cañones .
Los marciales , airosos regimientos ,
a la bandera de la Patria mía
saludarán con religioso acento
¡Son colores del manto de María!
Y los pendones flamearán al viento
como anuncios de gloria y poesía .
Cruzarán por el cielo en larga hilera
escuadrillas formando los aviones ,
aquellos que en Malvinas les hicieran
pensar a los ingleses que eran leones ,
a veces tiburones parecieran ,
destrozando y hundiendo embarcaciones .
Los buques cruzarán las olas fieras ,
rumbo seguro ¡Alerta Corazones!
los infantes marinos en su espera
mostrarán que no en vano son varones
y volverá a reír la primavera
cuando la Patria aliste sus legiones .
¡Bendiciendo a la Patria ,
desde su alto Santuario ,
estará nuestra Reina ,
la Virgen del Rosario!
BATALLA EL LA VUELTA DE OBLIGADO – 20 DE NOVIEMBRE 1845
Venían a imponernos
bestiales pareceres
de corruptos piratas
y antiguos mercaderes.
Convencidos del triunfo
sin mermar su postura
de saquear a los criollos
por la fuerza y la usura.
Herejes, ignoraban
en marchas afanosas
que aquí mandaba un gaucho:
Don Juan Manuel de Rosas.
Se creían invencibles
remontando ese río
que es católico y criollo,
argentino y bravío,
bautizado por grandes
y santos misioneros,
por San Roque González
y varios compañeros;
que cautivó a los indios,
siempre violín en mano,
el Pai tan milagroso,
San Francisco Solano.
Ingleses y franceses,
altivos, insolentes,
no sabían que en la costa
sólo había valientes
cortaron las cadenas,
siguieron adelante,
sin que Echagüe y Mansilla
cedieran un instante.
Seguirían las luchas
Tonerero, Quebracho
¡Los criollos se jugaban
cada día a lo macho!
Después toda la escuadra
desanduvo sus pasos
y saludó a mi Patria
con veintiún cañonazos.
Flameaban las banderas
al tope, victoriosas,
porque era nuestro jefe
Don Juan Manuel de Rosas.
Padre Luis Jardín Moisés Lahetjuzan Pbro.
Capellán militar auxiliar retirado. Argentina
+54 9 2994 38-2340