MUJERES CASTRADORAS. ¿EXISTEN?

MUJERES CASTRADORAS, NARCISISMO Y SOBERBIA

 Lo que el antiguo psicoanálisis freudiano llamó «mujer castradora» era la mujer que presentaba una personalidad dominante que solía anular a las figuras masculinas de su entorno: por eso lo de «castradora».
Freud hablaba de una «castración simbólica» que el niño pequeño, al observar a sus mujeres de referencia actuar con brutalidad o agresividad, decodificaba en «castración real», asumiendo que tal mujer era o sería capaz de amputar su pene verdaderamente. Por tal motivo esos chicos al ir creciendo se volvían temerosos e incapaces de establecer vínculos sanos con mujeres, especialmente en el terreno sexual. En cuanto a las chicas, se «identificaban» con la adulta «castradora» y repetían el modelo.
 Hoy sería absurdo hablar de «mujeres castradoras» debido a que así se establecería un enganche con la filosofía psicoanalítica que es reduccionista, entre otras cosas; la mujer de carácter «viril», dominante, que maltrata a los varones de su derredor y también a las mujeres, aunque de distinta manera, está en verdad «picada» por el daño estructural, profundamente enraizado en su Yo, del Narcisismo, cuyo origen se halla en la Soberbia. Ella quiere serlo todo, y al igual que se lee en el Antiguo Testamento, se adhiere al pensamiento «seréis como dioses» imitando a Eva. ¿Qué pasa entonces con el varón? Pasa lo mismo que pasó con Adán: él la culpa a ella, y ella le echa la culpa a la tentación, de manera que… nadie se hace cargo del letal error de la Soberbia.

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