“Voy a hacer todo lo que me aconsejó. Dejaré que el Señor haga en mí su voluntad y le dejaré las manos libres para que haga en mí maravillas”
Querido padre:
Muchas gracias por esas palabras hermosas, tengo más claro todo. Esperaré en el Señor y dejaré que mi futuro esposo me reconozca.
Leyendo el correo de nuevo usted me aconseja que asista a peregrinaciones y le cuento que mañana voy asistir a una peregrinación mariana eso ya lo tenía planeado desde hace dos semanas.
Usted me preguntó que cómo llegué a conocer su libro La casa sobre roca” en Ecuador pues yo estoy en un grupo juvenil femenino en Guayaquil que se llama las Mensajeras de la Vida y estábamos trabajando con el libro. Es muy hermoso, es una bendición tener el libro.
Mi hermano que se va a casar lo está leyendo con su enamorada. Quisiera saber también qué otro libro me aconseja leer.
Muchísimas gracias de nuevo padre que tenga un hermoso día. Dios lo bendiga
Verónica
Querida Verónica:
Estamos en Mayo, que es un mes de María, un tiempo especial para hacerle una novena o dedicarle lo que queda del mes para pedirle a tu Madre Santísima, la gracia
del encuentro con el esposo a quien el Padre Celestial y el Verbo eterno te tengan destinada.
Porque si Eva fue creada para Adán, eso quiere decir que toda mujer es destinada a un varón, a no ser que sea destinada a la virginidad consagrada, o que por otros motivos el Señor la mantenga soltera por motivos que solamente él sabe, pero que no escapan nunca a su divina y amorosa Providencia.
Y ora también por el que será tu esposo algún día aunque aún no lo conozcas.
A él encomiéndalo a San José. Reza por las dos intenciones todos los días de tu vida.
Acerca de las procesiones como lugar de encuentro de esposos, me acuerdo de que conocí en el Norte de Argentina hace años a unos esposos que se habían encontrado en una procesión de la Virgen. Él era un campesino muy humilde y siempre la había mirado a ella casi desde niña, sintiendo que ella iba a ser su esposa, aunque había diferencia social entre ellos. Se ve que Dios le daba a conocerla en su corazón como la que sería su esposa. Pero recién fue en aquella procesión donde se conocieron y comenzaron a tratarse.
Ella nunca había notado que él la miraba, porque lo hacía con mucha discreción y respeto y en el silencio de su corazón de varón santo y humilde. Él la miraba con admiración, como un ser inalcanzable y creía no merecerla.
Pero el Señor encaminó todo, porque era designio de su Providencia, para la felicidad de ambos. Así que bajo el manto de María se comunicaron y allí comenzaron a tratarse.
Creo que lo conveniente no es poner por delante el matrimonio y el encuentro con el futuro esposo, sino tratar desinteresadamente con todos los chicos y chicas por igual y cultivar el trato, la amistad, las actividades juntos, ya sea religiosas, deportivas, culturales, familiares, o vecinales.
Sí, tratar aún con chicos que están “en la pavada”, a los que se les puede siempre decir una palabra orientadora para sacarlos de los engaños y hacerles el bien diciéndoles la verdad acerca de las cosas con simpatía, dulzura y humildad, y sin miedo a ellos. Son muy desgraciados.
El trato no significa ningún compromiso cuando se guardan las distancias y no se coquetea creándoles falsas ilusiones, sino comportándose con seriedad simpática y simpatía seria. Mirándolos como hermanos, pues lo son cuando están bautizados, hijos del Padre celestial, y llamándolos a que tomen conciencia de lo que son y de cómo deben vivir y comportarse. Así, el buen trato, aunque no llegue a ser amistad, se convierte en una ocasión de evangelizarlos para la conversión.
Tú confiésate seguido, si es posible cada mes o cada quince días, pidiendo al Padre que te purifique el alma y te engendre como hija suya muy querida.
Que Él te prepare para ser una esposa y madre santa, santificar a tu esposo y a tus hijos con el ministerio de tu esponsalidad y la gracia de la maternidad.
Y en todo momento repite las palabras de María Santísima ofreciéndote al Padre y consagrándote a Ella y a su Santísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo: «Hágase en mí según tu Palabra».
Si dejas que Dios haga, hará en ti grandes cosas, como proclama María Santísima en el Himno del Magnificat. Hazlo así y tú también podrás decir, ya lo verás, «»Mi alma engrandece al Señor porque hizo en mí grandes cosas, Santo es su nombre».
Las hazañas de Dios en nuestras vidas no las podemos ver da antemano. Las vemos después, mirando para atrás y contemplando el camino de nuestra vida; viendo lo que hizo con nosotros. Empezando por darnos la confianza en su obra, y una fe que, sin ver, creyó.
Así que grábate en la memoria y el corazón estas oraciones breves y díselas en todo momento al Padre, y a Jesús: «Hágase en mí», «Hágase en mí según tu palabra», «Obra en mí tus maravillas», «Que se cumpla en mí tu voluntad, maravillosa y divina», y todo lo que se ocurra decir de una manera y otra dándole vueltas en tu corazón.
No sabemos lo que hará contigo. Pero Él lo tiene determinado y proyectado. Él te amó desde antes de la creación del mundo y te destinó a ser santa e inmaculada en su presencia por la caridad. Sé humilde, obediente, dócil. Y Él tendrá las manos libres para obrar en tu vida.
Y después de los medios de gracia, también puedes ir poniendo los medios humanos para prepararte como ama de casa en tu futuro hogar. Ayuda a tu mamá, bajo su obediencia, a las tareas de la casa: cocina, limpieza, orden, cuidado de los niños. Estudia y prepárate para la futura maternidad. Puedes desde ahora entrar en una buena lista para ver lo que les pasa a las mujeres en un mundo enemigo de los hijos.
Te recomiendo por ejemplo que te asomes a la lista
Bendiciones
Padre Horacio
Padre Horacio,
Muchísimas gracias por todos sus consejos, rezaré por las dos intenciones de ahora en adelante. Mañana voy a ver al Padre P. y le enviaré su saludo afectuoso. Voy a hacer todo lo que me aconsejó. Dejaré que el Señor haga en mí su voluntad y le dejaré las manos libres para que haga en mí maravillas. Seré paciente y me preocuparé por prepararme más y por seguir mi plan de mi vida
Gracias de todo corazón Padre. Para mí es una bendición enorme que me haya contestado los correos porque sé que el Señor me aconseja a través de usted.
Quisiera saber si le puedo escribir contándole mis cosas o cuando tenga alguna duda le prometo que no le voy a molestar tanto.
Gracias por su bendición también Padre Dios lo bendiga. Su hija en Cristo Verónica.
Querida Verónica:
Gracias por adoptarme por Padre en Cristo. Es un honor para mí compartir esa
paternidad con tu párroco el Padre P.
Me alegran muchísimo las disposiciones interiores que hay en ti. Son fruto de la gracia. Y son un augurio de que el Padre terminará en ti la obra comenzada.
Por supuesto que te ruego que me tengas al tanto de lo que vaya obrando el Padre en tu camino. Es un soberbio espectáculo poder ser testigo de las obras de Dios en las almas.
Te pido permiso para subir tu pregunta y mis respuestas al Blog del Buen Amor, ya sea cambiando tu nombre o dejándolo si no te importa
Bendiciones
Padre Horacio
Querido padre:
No hay ningún problema puede subir mi pregunta y dejar mi nombre. Y le prometo que lo mantendré al tanto de todo lo que suceda de ahora en adelante.
Le envié su saludo al Padre P. y le dio mucha alegría al saber de usted; me dijo que le deseaba lo mismo
¿Sabe? Siempre que leo sus correos me llenan de mucha felicidad.
Me gusta mucho lo que dice que el Señor terminará en mí la obra comenzada.
Cada vez que leo esa parte me lleno de mucha alegría y de ilusión; y eso me da fuerza para seguir luchando por agradarle al Señor.
Le voy a contar algo: antes yo estaba alejada de Dios. ¡Qué tonta fui! ¡Desperdicié mi tiempo! Pero luego regresé y desde ahí no quise alejarme más de Él y entré al grupo de las Mensajeras de la vida. Empecé a conocer más a Dios me confesé y comulgué. Todo hasta ahora ha sido maravilloso. Y lo que es mejor aún: siento que Dios me ha escuchado. Porque antes de entrar al grupo de las Mensajeras de la Vida, siempre le pedía al Señor que me preparara para ser una buena mujer, esposa y madre como la Virgen. ¡Y mire! Llegó a mi vida esta hermosa agrupación quiere decir que es una señal verdad…
Igual siempre dejo todo en sus manos porque de cualquier forma en la que Dios me llame lo voy a servir.
Padre solo le pido una última cosa… rece por mí por favor.
Padre gracias de nuevo por dejar que le escriba estoy inmensamente agradecida.
Dios lo bendiga a usted también. Que Dios y la Virgen lo cuiden siempre
Su hija en Cristo, Verónica
Querida Vero:
¡Claro! No solamente me «puedes» escribir, sino que yo te pido que lo hagas y me cuentes lo que el Señor siga haciendo en tu vida. Déjalo hacer y vive en paz confiada.
Y por supuesto que oraré por ti.
tp