
«Todo lo que ha nacido del Padre vence al mundo.
Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo
es nuestra fe»
Primera Carta de Juan 5, 4
Akathistos: Himno de alabanza y gratitud
Este himno de Alabanza y gratitud, llamado akathistos porque se canta de pie, es atribuido al arcipreste Padre Gregory Petroff, prisionero en los años 40 en uno de los campos de concentración de Stalin, donde murió debido a las terribles penalidades y el himno fue encontrado, copiado a mano, entre sus escasas pertenencias. Pero en realidad fue escrito, también bajo la dictadura soviética, por el Metropolita Tryphon, Príncipe Boris Petrovich Turkestanov en el año de su muerte, 1934,.
Kontakion 1
Incorruptible Rey de los siglos, que tienes en tu mano todos los caminos de la vida humana, con la fuerza salvadora de tu Providencia. Te agradecemos por las bondades conocidas y desconocidas, por la vida terrenal y por las alegrías celestiales de tu Reino futuro. Sigue otorgando tus misericordias a nosotros, que te cantamos:
Gloria a Ti Señor por los siglos!
Ikos 1
Nací en este mundo como un niño débil y desvalido, pero tu Ángel extendió sus alas, protegiendo mi cuna. Desde entonces tu amor ilumina misteriosamente a todos mis caminos, conduciéndome hacia la luz de la eternidad. Los dones de tu providencia gloriosamente se muestran desde el primer día y hasta ahora. Agradezco y clamo junto con todos que te conocieron:
Gloria a Ti, que me llamaste a la vida;
Gloria a Ti, que me revelaste la belleza del universo;
Gloria a Ti, que abriste ante mí el cielo y la tierra como un libro eterno de la sabiduría;
Gloria a tu eternidad en medio del mundo temporal;
Gloria a Ti, por tus bondades secretas y reveladas;
Gloria a Ti por cada paso de mi vida, cada instante de alegría;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 2
Señor, qué hermoso es ser tu huésped: el viento perfumado, las montañas erguidas hacia el cielo, como espejos infinitos reflejan el oro de los rayos y las nubes livianas Toda la naturaleza susurra misteriosamente, está llena de cariño, las aves y los animales llevan el sello de tu amor. Bendita sea la madre tierra con su belleza pasajera, que despierta el anhelo de la patria eterna, donde en la belleza indestructible suena ¡Aleluya!
Ikos 2
Tú me hiciste entrar en esta vida como en un paraíso encantador. Vimos el cielo como una profunda copa azul, donde suenan los cantos de los pájaros; escuchamos el murmullo apaciguador del bosque y la dulce música de las aguas; comimos fragantes frutos y perfumada miel. Qué bueno estar en tu tierra, que alegría ser tu huésped. Gloria a Ti por la fiesta de la vida;
Gloria a Ti por el perfume de los muguetes y rosas;
Gloria a Ti por la dulce variedad de bayas y frutos;
Gloria a Ti por el brillo del rocío matinal;
Gloria a Ti por la sonrisa del luminoso despertar;
Gloria a Ti por la vida eterna, presagio de la celestial;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 3
Con la fuerza del Espíritu Santo respira cada flor, la quieta brisa del perfume, la suavidad del color, la belleza de lo Magno en lo pequeño. Gloria y honor al Dios vivificador, Quien extiende los prados como tapices floridos, corona a los campos con el oro de las espigas y azul de los azulejos, y las almas con la alegría de la contemplación. Alégrense y canten a Él: ¡Aleluya!
Ikos 3
Qué bello Eres en el triunfo de la primavera. Cuando revive toda la creación y con mil voces clama a Ti Tú eres la fuente de la vida y el Vencedor de la muerte. Bajo la luz de la luna y con el canto del ruiseñor están los valles y los bosques en su blanco ropaje nupcial. Toda la tierra es tu novia, ella te espera – a su Inmortal Prometido. Si Tú vistes al pasto así, cómo transfiguraras a nosotros en el futuro siglo de la resurrección, cómo se iluminaran nuestros cuerpos, cómo brillarán las almas!
Gloria a Ti, que has extraído de la tierra oscura los diferentes colores, gustos y aromas;
Gloria a Ti por la cordialidad y el cariño de toda la naturaleza; Gloria a Ti por rodearnos con miles de Tus criaturas;
Gloria a Ti por la profundidad de tu intelecto impreso en el mundo;
Gloria a Ti, con veneración beso la marca invisible de tu pie;
Gloria a Ti, que prendiste ante nosotros la luz de la vida eterna;
Gloria a Ti por la esperanza de la belleza inmortal;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 4
Cómo Tú dulcificas a los que piensan en Ti, cuan vivificante y santa es tu palabra, la conversación Contigo es más blanda que la unción y más dulce que el panal. La oración a Ti da alas y vivifica. Que trepidación llena entonces al corazón y cuán grande y inteligente se vuelve la naturaleza y toda la vida! Sin Ti – es un vacío, donde estás presente – está la riqueza del alma y fluye el arroyo del canto: ¡Aleluya!
Ikos 4
Cuando desciende el ocaso sobre la tierra, cuando reina la paz y el silencio del anochecer, yo veo tu palacio bajo la forma de castillos luminosos en las sombras y rojez de las nubes. Fuego y púrpura, oro y azul, profetizan la indescriptible belleza de tus moradas y llaman con solemnidad: vamos hacia el Padre!
Gloria a Ti, que derramas sobre el mundo una enorme paz;
Gloria a Ti en la hora calma del anochecer;
Gloria a Ti por el ultimo rayo del sol poniente;
Gloria a Ti por el reposo bendito del sueño;
Gloria a Ti por tu benevolencia en la oscuridad, cuando el mundo entero está lejano; Gloria a Ti por la emoción de las oraciones del alma conmovida;
Gloria a Ti por la promesa del despertar para la alegría del día eterno;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 5
No son temibles las tormentas de la vida al que tiene en su corazón prendida la lámpara de tu fuego. Alrededor las tinieblas, la tormenta y el aullar del viento, y en su alma – la calma y la paz. Allí esta Cristo! Y el corazón canta ¡Aleluya!
Ikos 5
Veo tu cielo brillante de estrellas. Cuán rico eres, cuánta luz tienes! Las luminarias lejanas me están mirando con sus rayos desde la eternidad. Soy tan pequeño e ínfimo, pero el Señor está conmigo, Su mano me protege siempre con amor.
Gloria a Ti por los constantes cuidados;
Gloria a Ti por los providenciales encuentros con la gente;
Gloria a Ti por el amor de los familiares, por la fidelidad de los amigos;
Gloria a Ti por la mansedumbre de los animales, que me sirven;
Gloria a Ti por los momentos luminosos de mi vida;
Gloria a Ti por las luminosas alegrías del corazón;
Gloria a Ti por la felicidad de vivir, moverme y observar;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 6
Cuán inmenso y cercano Eres en el poderoso movimiento de la tormenta, cómo se nota tu mano fuerte en los relámpagos deslumbrantes y magnifica tu grandeza. La voz del Señor sobre los campos y en el susurro del bosque, la voz del Señor en el nacimiento de los truenos y lluvias, la voz del Señor sobre las muchas aguas. Alabanza a Ti en el fragor de los volcanes. Tú sacudes a la tierra como a un ropaje. Tú levantas las olas del mar hasta el cielo. Alabanza a Ti, que haces humilde el orgullo humano, que penitente, clama: ¡Aleluya!
Ikos 6
Como el relámpago ilumina el banquete de un palacio y luego las lámparas parecen pobres, así Tú de repente brillaste en mi alma en los momentos de máximas alegrías de la vida. Y después del relámpago de Luz, ellas parecen incoloras, oscuras y fantasmales. El alma se precipitaba detrás de ti.
Gloria a Ti por ser el límite y el final del más alto sueño humano!
Gloria a Ti por nuestra insaciable sed del contacto Divino;
Gloria a Ti por inspirar a nuestra alma el eterno anhelo del cielo;
Gloria a Ti, que nos revestiste con tus delicados rayos;
Gloria a Ti, que destruyes el poder de los espíritus de las tinieblas, que condenaste a la aniquilación a todo el mal;
Gloria a Ti por tus revelaciones, por la felicidad de sentirte y vivir Contigo;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 7
Tu llamado se escucha en la divina combinación de los sonidos. Tú nos abres la antesala del futuro paraíso en el canto melódico, en tonos armónicos, en la altura de las bellezas musicales, en el brillo de la creación artística. Todo lo realmente hermoso, con un llamado poderoso eleva el alma hacia Ti y fuerza cantar con delicia: Aleluya!
Ikos 7
Con la inspiración del Espíritu Santo Tú iluminas el pensamiento de los pintores, poetas, genios de la ciencia. Con la fuerza del conocimiento superior ellos llegan a entender proféticamente tus leyes, descubriendo ante nosotros la profundidad de tu sabiduría creadora. Sus obras, sin querer, hablan de Ti. Oh cuán grande eres en tus criaturas, o cuán grande eres en el hombre.
Gloria a Ti, que mostraste la inconcebible fuerza en las leyes del universo;
Gloria a Ti. Toda la naturaleza está llena de tus leyes;
Gloria a Ti por todo descubierto a nosotros por tu benevolencia;
Gloria a Ti por lo que sabiamente nos revelaste;
Gloria a Ti por el genio de la mente humana;
Gloria a Ti por la fuerza vivificante del trabajo;
Gloria a Ti por las llamaradas de la inspiración;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 8
Cuán cercano eres Tú en los días de la enfermedad. Tú mismo visitas a los enfermos. Tú mismo te inclinas sobre el lecho de sufrimiento y el corazón conversa Contigo. Tú iluminas el alma con la paz en el tiempo de pesadas congojas y sufrimientos. Tú envías una inesperada ayuda. Tú das consuelo y eres el amor que pone a prueba y salva. Te cantamos: ¡Aleluya!
Ikos 8
Siendo niño, te llamé por primera vez y Tú cumpliste mi oración y el alma sintió una benéfica paz. Entonces entendí que Tú eres benévolo y son bienaventurados los que acuden a Ti. Comencé a llamarte una y otra vez y actualmente te llamo.
Gloria a Ti que cumples mis buenos deseos;
Gloria a Ti que velas sobre mi día y noche;
Gloria a Ti que sanas las congojas y pérdidas con la corriente restauradora del tiempo;
Gloria a Ti, ya que Contigo no hay perdidas desesperadas, Tú das a todos la vida eterna;
Gloria a Ti, que otorgaste la inmortalidad a todo lo bueno y alto, nos prometiste el reencuentro con nuestros muertos;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 9
¿Por qué toda la naturaleza sonríe con misterio los días festivos? ¿Por qué, entonces, en el corazón se derrama una divina liviandad, que no puede ser comparada con nada terrenal y el aire mismo del templo y el altar se torna luminoso? Este es el soplo de tu Gracia, éste es el reflejo de la luz de Tabor, cuando el cielo y la tierra gloriosamente cantan: ¡Aleluya!
Ikos 9
Cuando Tú me inspirabas de servir al prójimo e iluminabas el alma con la humildad, entonces, uno de tus infinitos rayos caía sobre mi corazón y éste se tornaba luminoso, como el hierro en el fuego. Yo veía tu misteriosa e incaptable Imagen.
Gloria a Ti, que transfiguras a nuestra vida con las obras de bien;
Gloria a Ti, que fijaste una inexpresable dulzura en cada uno de tus preceptos;
Gloria a Ti, que moras donde hay perfume de misericordia;
Gloria a Ti que nos envías derrotas y congojas para que seamos sensibles a los sufrimientos de otros;
Gloria a Ti que pusiste una gran recompensa en el valor mismo del bien;
Gloria a Ti por aceptar los impulsos altos de nuestra alma;
Gloria a Ti, que elevaste el amor por encima de todo lo terrenal y celestial,
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 10
Lo que está roto, no puede ser reconstruido, pero Tú renuevas a los que tienen la conciencia quemada. Tú devuelves la belleza pasada a las almas, que la perdieron sin esperanza; Contigo no hay nada irreparable. Tú eres todo amor. Tú eres el Creador y Reconstructor, te glorificamos con el cántico: ¡Aleluya!
Ikos 10
Dios mío, que conoces la caída del orgulloso ángel Lucifer. Sálvame con la fuerza de tu Gracia, no me dejes alejarme de Ti, no me permitas olvidar a todos tus dones y bondades, no me hagas dudar de Ti. Agudiza mi oído, para que en todos los momentos de mi vida, escuche tu misteriosa voz, y clame a Ti, Omnipresente.
Gloria a Ti por la providencial coincidencia de circunstancias;
Gloria a Ti por los presentimientos benéficos;
Gloria a Ti por las indicaciones de la voz interna;
Gloria a Ti, por las revelaciones en la vigilia y sueños;
Gloria a Ti, por destruir nuestros proyectos inservibles;
Gloria a Ti, que con los sufrimientos nos liberas de la embriaguez de las pasiones; Gloria a Ti, por la salvadora humillación de orgullo del corazón;
Gloria a Ti, Señor por los siglos!
Kontakion 11
A través de la helada cadena de los siglos, percibo la tibieza de tu Divina respiración, escucho la circulación de la sangre. Tú ya estás cerca, la red del tiempo se disipó. Veo tu Cruz – es por la causa mía. Mi espíritu se prosterna en el polvo ante la Cruz: aquí está el triunfo del amor y de la salvación, aquí no cesa por los siglos la glorificación: ¡Aleluya!
Ikos 11
Bienaventurado el que va a participar en la cena de tu Reino, pero Tú, ya en la tierra me hiciste comulgar de esa beatitud. Cuántas veces me ofreciste con tu mano Divina, tu Cuerpo y Sangre y yo, pecador, recibía a esta Santidad y sentía tu amor inexpresable y sobrenatural.
Gloria a Ti, por la fuerza vivificante de la Gracia;
Gloria a Ti, por edificar tu Iglesia como refugio de paz para el mundo sufriente;
Gloria a Ti, que nos haces renacer con el agua vivificante del Bautismo;
Gloria a Ti, que devuelves al penitente la pureza de los lirios;
Gloria a Ti, abismo sin fondo del perdón;
Gloria a Ti, por el cáliz de la vida, por el Pan de la alegría eterna;
Gloria a Ti, que nos elevaste al cielo;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 12
He visto, muchas veces, el reflejo de tu gloria en los rostros de los muertos. Con que no terrenal belleza y alegría estaban iluminados, sus rasgos eran etéreos, inmateriales. Era el triunfo de la felicidad y paz. Silenciosamente, ellos clamaban a Ti. En la hora de mi muerte, ilumina también a mi alma, que clama: ¡Aleluya!
Ikos 12
Qué es mi alabanza ante Ti. No escucho el canto de querubines – es la suerte de almas elevadas. Pero sé cómo te glorifica la naturaleza. He observado en invierno cómo en el silencio lunar toda la tierra oraba a Ti, vestida de blanco, brillando con los diamantes de la nieve. He visto cómo se alegraba por Ti el sol levante y coros de pájaros cantaban tu gloria. Escuché cómo el bosque susurra misteriosamente hacia Ti, cantan los vientos, murmuran las aguas, cómo hablan de Ti los coros de luminarias en su ordenado movimiento en el espacio sin límite. Que es mi glorificación! La naturaleza te obedece, y yo – no; pero mientras viva, veo tu amor y quiero agradecer, orar y clamar.
Gloria a Ti, que nos mostraste la luz;
Gloria a Ti que nos amas con amor profundo, inconmensurable, divino;
Gloria a Ti que nos cubrís con la luz, asambleas de ángeles y santos;
Gloria a Ti, Padre todo Santo, que nos legaste tu Reino con la Sangre de tu Hijo; Gloria a Ti, Espíritu Santo, el sol vivificador del siglo venidero;
Gloria a Ti por todo, ó Trinidad Divina;
Gloria a Ti, Señor, por los siglos!
Kontakion 13
¡Oh toda benévola y vivificadora Trinidad! Acepta el agradecimiento por todas tus misericordias hacia nosotros y haznos dignos de tus benevolencias, para que, aumentando los talentos confiados, entremos en la alegría eterna de nuestro Señor con la triunfal glorificación: ¡Aleluya!
La siguiente carta servirá, a modo de epílogo, para que podamos entender el ámbito donde se cantó de pie este bellísimo akathistos de agradecimiento.
Carta desde un campo de concentración:

“Solamente cuando se ha sido prisionero por convicciones religiosas en un campo de concentración soviético se puede comprender realmente el misterio de la caída del primer hombre y la significación mística de la redención de toda la creación y la gran victoria de Cristo sobre las fuerzas del mal. Sólo cuándo hemos sufrido por el ideal del Santo Evangelio podemos tomar conciencia de nuestra debilidad de pecadores y de nuestra indignidad ante los grandes mártires de los comienzos del cristianismo. Solamente entonces podemos captar la necesidad absoluta de una profunda dulzura y humildad sin las cuales no podemos ser salvados. Sólo entonces podemos empezar a discernir la imagen pasajera de lo visible y la vida eterna de lo invisible.
El día de Pascua, todos los que habían sido detenidos por convicciones religiosas se sintieron unidos por la alegría de Cristo. Todos compartíamos el mismo sentimiento, el mismo triunfo espiritual. Todos nos encontramos dando gloria al Dios eterno. No hubo oficio solemne de Pascua ni sonido de campanas. Tampoco pudimos reunirnos para rezar ni ponernos nuestros trajes de fiesta, ni preparar la comida de la Pascua.
Al contrario tuvimos más trabajo que el de costumbre y estuvimos más agobiados que de costumbre. Los prisioneros detenidos por convicciones religiosas, cualquiera que fuera su confesión, fueron vigilados ese día más estrechamente y sufrieron más amenazas de la policía secreta.
Sin embargo, el día de Pascua estaba ahí…Majestuoso, santo, espiritual. Inolvidable. Día bendecido por la Presencia del Dios Resucitado entre nosotros. Bendecido por las silenciosas estrellas del cielo de Liberia. Bendecido por nuestras penas. ¡Con qué alegría latían nuestros corazones en comunión con la gran Resurrección! ¡No temáis! ¡La muerte ha sido vencida! ¡Una Pascua eterna se nos ha dado! ¡Llenos del espíritu de esta maravillosa Pascua, os anunciamos desde nuestro campo de prisioneros la noticia alegre y victoriosa: ¡Cristo ha resucitado!
Véase la información sobre el origen de este himno en este link:
http://www.monachos.net/forum/showthread.php?2496-Fr-Gregory-Petrov-and-the-akathist-Glory-to-God-for-all-things

According to Fr. Serephim Holland (ROCOR):
«The author of this Akathist was Metropolitan Tryphon (Prince Boris Petrovich Turkestanov). It contains biographical references to his child-hood illness and family life, as well as other material. It was written in perhaps 1934, the year of his death. (This is the then Bishop Tryphon who, on 9/22 April, 1910 blessed the Grand Duchess Elizabeth Feodorovna and her «miloserdia’ sisters of the Mary & Martha convent to take up their work: «»These clothes will hide you from the world, and the world will be hidden from you, but at the same time it will be a witness of your charity, which will shine before the Lord, and in His glory.» (also see Liubov Miller’s ‘Holy Martyr of Russia, Grand Princess Elizaveta Fyordovna’). He was an enemy of Rasputin and disliked by the Tsaritsa Alexandra («Bishop Trifon I have strong reason to dislike, as he always spoke & now speaks in the army against our Friend»). His martyric life is outlined on page 900 of Akty Svyatyeishego Patriarkha Tikhona.
«This Akathist – in samizdat form – was among Fr Georgy Petrov’s belongings and has been sometimes wrongly attributed to him.
«This Akathist is also on-line at http://www.orthodox.net/akathists, in three formats: RTF, HTML and PDF.»
This is a perfectly beautiful Akathist. Not all Akathists or all other services, for that matter, have been written or composed by people who were later glorified. In my own opinion, for what it’s worth, it is elitist and «more Orthodox than thou» to insist that a service be written by a glorified saint before using it.
With Love in Christ,
Dr. Elizabeth, the sinner
and Perennial Student
The Archpriest Gregory Petroff was a man who lived and died under this madness. How can we understand the senseless cruelty and slaughter that took place in Communist Russia? We can only by faith in God’s eternal and saving providence. “Remember the word that I said to you, ‘A servant is not greater than his master. If they persecuted me, they will persecute you’” (John 15:20). It is said that Fr. Gregory was murdered while in a prison camp, but not before he was able to pen the poignant AKATHIST OF THANKSGIVING, giving to the Church and to the world light from great darkness, reminding us that even in the midst of frightful suffering true Christian conviction and courage are unconquerable. We are indeed thankful for this Akathist; our hearts are lifted by it. We offer these prayers to the glory of God and in honor of those “men, women and children, flowers of the spiritual meadow of Russia, who blossomed forth wondrously in time of grievous persecution” (from the Troparion to the New Martyrs of Russia).» Fr. Patrick J. Kinder
Fuente: http://orthodoxincense.com/cds.html