PROCESO DE DESACRALIZACIÓN DE LA FAMILIA CATÓLICA (2)

LA DESACRALIZACIÓN DE LA FAMILIA CATÓLICA
EN LA RELIGIÓN DEL PROGRESO E IDOLATRÍA DEL HOMBRE
La religión irreligiosa y tres consecuencias funestas

Hemos visto lo que implica la visión religiosa del matrimonio según la revelación divina en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. Y porqué el matrimonio es santo en aquél y sacramento en éste.

Veamos ahora cuál es la visión del matrimonio en la religión secularizada y desacralizada, es decir, valga el retruécano, en la religión irreligiosa. En la idolatría del hombre, que merece el nombre de idio-latría (= adoración de sí mismo) e ideo-latría (= ideo-logía criptorreligiosa).

Lo que esta visión propone es la desvinculación de los lazos esponsales de todo lazo con Dios; y en consecuencia, de todos los demás lazos de parentesco derivados de la alianza matrimonial.
Según esta visión, no tiene sustento objetivo afirmar que haya relaciones objetivas “entre los hombres y Dios”, ni se reconoce la existencia objetiva de un Dios “vincular y vinculador”.
La consecuencia es que todo lo relativo al matrimonio y la familia se reduce a vínculos interhumanos; que, perdido su sustento divino, objetivo, sobrehumano; esos vínculos son amenazados, erosionados, deteriorados, y a veces enteramente devorados por el remolino subjetivo de las pasiones incontroladas: del amor propio.
Sucede así que los vínculos de amistad matrimonial o de parentesco, son transmutados en vínculos de dependencia o de dominación.

CONSECUENCIAS
Tres funestas consecuencias
1ª La guerra entre los «dioses»: el imperio de las relaciones de dominación, entre los esposos, en la familia y la sociedad
2ª La pérdida de identidad del individuo por la corrupción de sus vínculos familiares y sociales
3ª Las conductas adictivas, sucedáneas de la gratificación del amor del que se carece.

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