ROSALÍA [4 de 10] NO SE AMA LO QUE NO SE CONOCE

SER ESPOSA 

PARA EL SEÑOR, 
ESE ES EL YUGO MEJOR

NO SE AMA LO QUE NO SE CONOCE



Uno de los regalos que me permitió este diálogo con el Padre fue, sin duda, el haberme dado cuenta cuán errada estaba respecto a la imagen que tenía de Dios, y reconocer que como no se ama lo que no se conoce, no podía amarlo verdaderamente si no lo conocía. Y entonces el padre me puso a estudiar… sí, a estudiar, a leer, a formarme, para que mi conciencia se fues purificando.
Cómo llegué a esa nueva luz es lo que reflejo en esta entrada…


28 de marzo.2019
Hola querido padre!
He leído sus mails, más de una vez ya. Hoy los volví a leer frente al Santísimo y pude hacer oración la última parte no sin llorar mucho en ciertas partes.
Estos días he tenido la gracia de poder entender mejor mi culpa, de tratar de aceptarla, de asumirla… Me ha pasado por momentos estar triste y hoy en un momento me di cuenta que esa tristeza no puede venir de Dios y los miedos tampoco… Entonces trate de frenarlos y me dije a mi misma abrazando una imagen del Corazón de Jesús que no voy a dejar que eso me gane y le pedí al Padre eso mismo… que no deje que se me quita la alegría, que me proteja. Siempre fui alguien muy positivo, sonriente… no quiero convertirme en alguien triste.
Y entonces he estado tratando de ver:
   — si estas lágrimas que me caen son de dolor y ahí las acepto…         — cuando son de tristeza trato de frenarlas (no siempre se distinguir esto) …


Otra cosa es esto de actuar como hija… Me ha pasado que siempre creo yo he dado por sentado el amor del Padre y no he buscado merecerlo (aunque sé que nunca lo lograre) … 
En realidad, lo que quiero decir es que tengo una relación de hija con mis padres biológicos en la que siempre se me dio todo… y en la que siempre se me consideró la buenita, la que hace las cosas bien y me quedé en esa tibieza que se me hizo frio ya… 
Es verdad, no he crecido en la Fe… me he sobado la conciencia en varios aspectos de mi vida siempre pensando que se me iba a perdonar… y sé que Dios me ama aun pecadora, pero eso no me exime de tratar de ser mejor hija… y entonces creo que me he dado cuenta que no lo amo como debería… por esto de «sin horrorizarme de mi propia insensibilidad espiritual hasta hoy «, lo cual es cierto. Y hoy llorando he pedido mucho «Upa Papá»…
Quiero contarle algo en relación a Juan. Con él tenemos buena relación, no somos amigos de compartir por respeto supongo a su esposa… pero si tenemos un trato afable. y hoy luego de la oración me surgió pedirle perdón… siempre «lo culpe» a él del fracaso de nuestro noviazgo… pero me doy cuenta que tuve la gran culpa. 


Y Juan me escribió esto:
Holaaaaa. Quedate tranquila y liberate.  Yo también te pido perdón por todo el dolor que puedo haberte causado!
Te cuento algo? A varios que les comenté que aún siendo exnovios seguimos teniendo una buena relación, se sorprenden! Así que somos testimonio de que si se puede todo desde Dios! Así que Ud. tranqui y sigamos siempre adelante, con los pies en la tierra,  pero mirando siempre al cielo.


Es un buen hombre… hoy me doy cuenta que arruiné esa posibilidad que me dio el Padre.
He tratado de rezar renunciando… 
a veces vuelvo a caer en pedirle al Padre que me regale a pesar de toda una nueva oportunidad de formar una familia… 
pero ahí nomas le digo que se haga Tu voluntad y no la mía… 
Sé que no he renunciado del todo y no quiero ser una farisea… 
no quiero serlo….


Voy a hacer lo que me sugiere (ya lo he empezado) de ejercitarme en memorizar, entender y aceptar mi responsabilidad.
Y de Roman, entiendo porque me dice que por ahora es innecesario tratarlo… 
Siempre pensé que el hecho que él apareciera en este momento de mi vida era como un nuevo regalo de Dios… y si lo fue, pero no para lo que yo pensaba… 
toda esta situación fue para que me acerque más a ÉL.


De Roman solo decirle que creo que me expreso mal a veces, es decir, no es tanto que yo veía en él a alguien que buscaba a Dios sino a alguien que lo tenía siempre presente en su vida, y le agradece y lo proclama y no le da vergüenza amarlo. Pero si entiendo que ahora lo de él no importa….


Tenía tanto para decirle… 
pero ahora solo me surge esto.  
Gracias padre por sostenerme y rezar por mí.
Gracias. porque he entendido también que Ud. es un regalo de Dios en mi vida.Rosalia


RESPUESTA DEL PADRE 
29 de marzo
Rosalia, querida hija en el Señor:
Imposible dialogar como pide nuestra comunicación. Sólo puedo, en la escasez de tiempo disponible, tomar un par de puntos de tu último que me parece importante señalarte.
Dices: 
«Me ha pasado que siempre, creo yo, he dado por sentado el amor del Padre y no he buscado merecerlo» 


Y tu frase pide urgentes y fundamentales aclaraciones.
         a) Afirmas que «has dado por sentado el amor del Padre» Temo que no conocieses ese amor tanto por los datos de la revelación cuanto por el vestido con que lo ha disfrazado tu imaginación a los ojos de tu fantasía. El amor del Padre debo medirlo por un hecho: «entregó a su hijo por mí y soy el mayor de los pecadores». 
Y su hijo agonizó en la obediencia filial, en el huerto y en la cruz, mientras yo me mezo en la ilusión de que me puedo permitir no obedecer al Padre, que me ofreció a su hijo como modelo de obediencia. Ante Dios Padre, nuestro amor de hijo consiste en obediencia de hijo hasta morir a la voluntad propia en mi huerto, o es farándula e hipocresía, «papito papito cuánto te quiero, hacé lo que te digo y no te enojes si hago lo que se me antoja… sé buenito.”
Imaginado así, el amor del Padre es un pozo de ignorancia del que no podemos salir si el Hijo no nos saca.
        b) Afirmas «No he intentado merecerlo». Segundo grave error e ignorancia. El amor del Padre no se lo merece, no se gana con méritos. Es gracia. «En esto conocemos el amor que Dios nos tiene en que él nos amó primero y cuando éramos pecadores».


Así que la actitud justa no es la de merecer el amor del Padre (supone que es algo que puede llegar a pertenecerme en justicia por mi conducta). 
La actitud justa y la palabra justa para designarla es «intentar corresponder» a ese amor. Y se le corresponde, no con sentimientos y con dar por sentado el amor del Padre, sino que se ama al Padre con amor de Hijo, es decir «obedeciendo filialmente». 
El Hijo corresponde al amor del Padre, obedeciendo al Padre hasta la muerte y la renuncia a su propia voluntad, como lo hizo con sudor de sangre en el Monte de los Olivos. 
Y redundando: Tampoco se trata aquí de cualquier obediencia. Porque el Padre no es correspondido con temor de esclavo o siervo que hace refunfuñando lo que se le manda. Lo que te faltó para corresponder, fue la alegría de permanecer virgen y casta para bien de tu novio necesitado de sanación de su lujuria.


Yo no te acuso. No te reprocho. 
Quizás tu ignorancia no haya sido del todo inculpable, por lo que tu pecado quizás no haya podido ser enteramente disculpable. 
No lo sé. 
Pero me aflijo viendo que los católicos ya han perdido la sabiduría elemental que es la que permite guiarse por los «mandamientos» como normas de sabiduría existencial y no como prohibiciones caprichosas de bienes que ¿por qué no me puedo dar el gusto de disfrutar? 
En las sagradas escrituras esa falta de sabiduría se llama necedad.

Y ahora, para terminar, paso a comentar tu llamada a Juan para disculparte por el mal que le hiciste. 
Temo que a un mal puedas haberle… ¿cómo diré? agregado otro. Porque Juan no necesitaba tus disculpas. 
Eras tú la que necesitó pedírselas. 
Y otra vez más «te diste el gusto» sin pensarlo dos veces. 
Si me hubieras preguntado te hubiera disuadido. T
e hubiera aconsejado postergar ese pedido de perdón, hasta que tu alma estuviese más purificada, tu conciencia más despierta, tu atención a las sugerencias del Espíritu más receptiva y más en guardia contra los pensamientos intrusos.


Hecho pues el examen clínico de algunos hechos sintomáticos veo que debe tonificarse tu conciencia y tu atención a los pensamientos intrusos que hasta ahora manejan tu vida como auto robado. 


Te mando unas gotitas. Unas pláticas de san Doroteo de Gaza sobre — la acusación de sí mismo, 
— la atención y obediencia a la buena conciencia, 
— y no mentir con la vida.
Y un artículo, primero de otra serie, que alerta sobre los «pensamientos intrusos». 
Otro en Inglés. 
Puede ser que te venga el pensamiento de que esas lecturas puedan ser áridas o difíciles. 
Tu alma merece que te pongas a estudiar. 
Te voy a tomar exámenes jajaja
P. Horacio

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.