Blog destinado a presentar y comentar la Revelación divina acerca del amor humano: Creado según el designio divino, luego caído y herido por el pecado original, después santificado en el pueblo elegido; elevado por fin a Misterio Grande en el sacramento del matrimonio y hoy tan ferozmente agredido.
“…mi vida va a seguir siendo de este modo, y tengo que aceptar este estado de soltera para siempre. Hasta hace unos días me negaba a reconocerlo, pero ahora lo estoy aceptando. Tengo que pedir mucho a Dios y a la Mater para que me dé la santa paciencia y alegría. Siento que por mÍ misma no lo voy a lograr, que es una gracia y tengo que rogar para recibirla…”
Hola Padre!!
Cómo está Usted???
Yo le cuento que no estoy muy bien. Mi psicóloga me pidió que le escribiera, pero me he dejado estar.
Le cuento: como Usted ya sabe estoy con depresión y con tratamiento médico. Pero mi terapeuta me dice que mi estado, en parte, se puede deber a una prueba espiritual.
Todo me causa desilusión, pena, hastío.
Me siento como si no perteneciera a este mundo. Extraño el Cielo, como si ya hubiera estado allí. Le pido al Padre que me lleve con Él, este mundo es muy triste. Hace unas semanas que estoy en un estado de sequedad, esa es la palabra me siento seca, y a la vez triste, pero no es propiamente tristeza, es como si viera todo de color gris. Para mi todo ha perdido su brillo. Vivo cada momento para Dios ofreciéndole este estado por mis pecados y los de todo el mundo. Además, hay mucha gente que sufre terriblemente, personas cercanas que yo ni sabía. Esto me ha llevado a ofrecer este dolor por ellos.
Le cuento que hace unas semanas fui a misa a una parroquia donde hay unos sacerdotes que realizan exorcismos. Me confesé con uno de los sacerdotes y le comenté lo que me pasaba y me dijo que a veces el demonio afecta a las almas bajo la enfermedad de la depresión.
Me mandó con el sacerdote que hace los exorcismos. El realizó una oraciones junto conmigo al final me pidió que le dijera lo que había sentido. Lo único que sentí es que al repetir las oraciones se me trababa la lengua y me costaba pronunciar las oraciones, tenía que hacer un esfuerzo para decirlas, fue como si mi alma le obligara a mi cuerpo a hablar. Además le dije que la Psicóloga me había pedido que le escribiera a Usted y yo no lo había hecho caso porque «no tenía ganas». Tengo que regresar unas dos o tres veces para que realice las oraciones de liberación sobre mí.
Al final me dijo que lo de la dificultad para hablar y el hecho de no haber obedecido a la psicóloga, eran síntomas de que el demonio podría andar molestando.
Le cuento que mientras rezaba las oraciones sentía que el Padre me envolvía en su amor.
Me estoy acostumbrando a la idea de que mi vida va a seguir siendo de este modo, y que tengo que aceptar este estado de soltera para siempre. Hasta hace unos días me negaba a reconocerlo, pero ahora lo estoy aceptando. Tengo que pedir mucho a Dios y a la Mater para que me dé la santa paciencia y alegría. Siento que por mi misma no lo voy a lograr, que es una gracia y tengo que rogar para recibirla.
Le cuento que varias veces he pensado que morir sería una solución, no pienso en quitarme la vida, pero tengo miedo de que esta tentación aparezca.
Además, veo mi miseria y la rabia que hay en mi interior.
Le pido que rece mucho por mí, quisiera tener una vida interior estable, sin estos altos y bajos, quisiera tener paz. Pero son muchos los pecados que tengo que reparar, muchas las faltas de amor con que he ofendido al Señor.