
«Desde que comencé a tratar a Jesús como Esposo Y a mí misma como su
Esposa: su Iglesia Iglesia subistente en mí….»
¡Hola Padre!
Soy Naty, espero que esté muy bien, y aquí le escribo como quedamos, para enviarle mi testimonio. En realidad sólo omití algunos detalles y utilizo mi segundo nombre, poco conocido por la gran mayoría: Naty.
Espero que el testimonio de lo que está haciendo en mí Jesucristo Esposo, sirva a otras mujeres que estén también en la búsqueda del amor real y verdadero. Desde mi experiencia les digo que a mí me vino a buscar ya y apenas oi su voz le respondí: ¡Jesús Esposo! ¡Nunca me lo había imaginado así!
Gracias a Dios estoy en un período de relativa calma. Cuando relea mi testimonio [se publicará el viernes próximo] recordará a qué me refiero.
Estoy como le digo en relativa calma, trabajando con mis alumnos universitarios y renaciendo en el amor de contemplación.
Estoy como le digo en relativa calma, trabajando con mis alumnos universitarios y renaciendo en el amor de contemplación.
Me es difícil en estos días orar con mucho discurso, me siento un tanto cansada emocionalmente y un poco espiritualmente después de todo lo que vivimos con mi tío pródigo.

Aunque quisiera planear, simplemente no me da la razón ni el sentimiento…aún.
He dormido lo que me faltaba, disfruto mucho la naturaleza, caminar en silencio. Reconozco la presencia de Dios muy claramente en las personas que encuentro, en los sucesos, en la naturaleza; sin embargo, estar frente al sagrario es árido, parece que no hubiera mucha correspondencia, aunque trato de perseverar en mis visitas al Santísimo. ¿Cree que sólo sea pasajero, y solo debo esperar a que vaya regresando a la «normalidad»?

Nuestro Jesús me dio la alegría de ver la cara de sorpresa y amor con que quedó mi amiga con mi explicación. Y el momento de su vida que eligió el Señor para manifestársele y confirmarle la autenticidad de los sentimientos que Él mismo le traía al alma.
Le he compartido a NN dos archivos de sus libros «Me quiero casar», y direcciones de sus blogs. Ella no puede leer mucho por ahora, pero al menos pude confirmar sus preguntas y ser yo ahora, para ella, como la amiga del Novio.
¡Qué cosas me va mostrando nuestro dulce Señor!
Muchas gracias por leerme, y por su paciencia padre Horacio, que Dios lo cuide y le dé mucha alegría.
A continuación va mi testimonio
sobre la esponsalidad con Jesucristo
y de la Iglesia esposa dentro de mí.
Con cariño, Naty
[Tapas de la edición Argentina
Buenos Aires, Editorial Lumen]
Buenos Aires, Editorial Lumen]