AMORES COMPATIBLES 2

Querido Padre Horacio:
Aquel día que le escribí, para preguntarle por la posibilidad de hacer un retiro, estuve muy lejos de imaginar lo que El Señor me estaba preparando… yo sólo tenía la decisión de alejarme del trajín cotidiano, para ordenar un poco mi vida y darle un sentido más trascendente…

Imagínese, Padre, cuál fue mi sorpresa cuando conocí con certeza, no desde mi cabeza, sino en mi corazón y con claridad inexplicable, que no era yo la que iba al encuentro del Señor, sino  que era Él quien me había salido al encuentro, quien me atraía a Sí con una fuerza irresistible… Esa convicción y luz, no sólo se fueron incrementando a lo largo del retiro, sino que fueron el inicio de una seguidilla de revelaciones, que Nuestro Señor, quería hacerme en la intimidad de esos días de cielo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.