
Porque
está tu esplendor
coronado
de espinas,
de espinas,
es
la rosa la flor
la rosa la flor
que
más se te avecina.
más se te avecina.
Porque
entrega la vid
entrega la vid
su
sangre en el lagar,
sangre en el lagar,
Tú
pudiste decir:
pudiste decir:
¡Yo
soy vid de verdad!
soy vid de verdad!
Y
porque la mujer
porque la mujer
que
sufre dando a luz,
sufre dando a luz,
por
el que ve nacer
el que ve nacer
se
olvida de su cruz,
olvida de su cruz,
nos
pudiste explicar
pudiste explicar
por
qué debías sufrir,
qué debías sufrir,
pues
no es posible amar,
no es posible amar,

Tú, sin morir.
reflejan
esta ley
esta ley
de
amor y padecer
amor y padecer
que
les puso su Rey
les puso su Rey
para
prefigurar
prefigurar
qué
precio de dolor
precio de dolor
tendría
que pagar
que pagar
el
amor del Señor.
amor del Señor.
Todo
el que aspira a amar
el que aspira a amar
como
Tú nos amaste,
Tú nos amaste,
ha
de poder pasar
de poder pasar
por
lo que tú pasaste;
lo que tú pasaste;
por
eso es que – quizás –
eso es que – quizás –
das
tu amor con medida,
tu amor con medida,
nos
quitaría la vida.
quitaría la vida.

¿Quién
osará pedir
osará pedir
si
no puede sufrir
no puede sufrir
otra
crucifixión?
crucifixión?
Dale
al espino rosas,
al espino rosas,
dale
vino al lagar,
vino al lagar,
da
hijos a la esposa,
hijos a la esposa,
da
valor para amar
valor para amar
y
a sufrir nos enseñas
a sufrir nos enseñas
fabricándonos
cruces…
cruces…
pero
cruces pequeñas!
cruces pequeñas!
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