ESPOSA DE CRISTO

DOS TESTIMONIOS MÀS

Mechi dejó este comentario en la
entrada del 11 de enero de 2013 sobre la esponsalidad con Cristo:
Pues lo que dice el Padre es verdad,
todas somos esposas de Cristo y como pienso que os puede hacer bien, voy a
contar algo que nunca he contado a nadie a excepción de mi confesor.

Desde mi conversión cuando tenía 25
años, mi relación con Cristo ha sido siempre esponsal. 

Después tuve una
visión de Jesucristo.
Yo estaba en mi casa orando de
rodillas y de pronto vi al Señor delante de mí, estaba todo hermoso, con túnica
blanca y entonces Él me miró, cogió mi mano derecha y me dijo:
– “Con este anillo Yo te desposo”.
Miré mi mano y vi un aro de luz
blanca. 

Aún me tiemblan las piernas, al recordar aquella gracia que el Señor
quiso concederme por su Divina Misericordia, no porque yo lo mereciera, sino
porque Él lo quiso, a lo mejor para que diera ese testimonio hoy.
Puedo testimoniar por experiencia propia que es verdad lo que nos dice en
su blog el Padre Horacio: «que todas, incluso las casadas, somos esposa de
Jesucristo el Verbo eterno y verdadero hombre»
Un saludo.
Mechi
Otra visitante del blog me deja su
testimonio personal:
Voy comprendiendo y viviendo
gradualmente esto que Usted me escribió:
«Como Cristo está entero en
cada partícula de la Hostia, así análogamente, la Iglesia esposa del Cordero,
está entera en cada mujer bautizada, y por eso en ti la Iglesia entera ama a
Cristo con tu amor esponsal. Y la virtud principal de la esposa es la
obediencia amorosa: el hágase en mí de María»
 Sin poder aún comprenderlo ni vivirlo
plenamente… La perspectiva de que el Señor completará en mí lo que ha
comenzado, me hace feliz.
NN.

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