
ESTAS CHARLAS DAN
PARA MUCHO 1
2022, 17 junio Ester
El cántaro abandonado
bajo el caño de la fuente…
Buenas tardes desde Madrid Padre:
Espero que tenga un bello despertar, he estado toda la semana pensando en el “Amigo del novio” (Usted), ya ve. El Esposo mismo me tiene un tanto asombrada. De su conversación de Usted el domingo pasado, pasaba a pensar de un tema a otro y me volvían sus dichos.
El Señor me aprieta contra Sí, y me acerca a Usted. Me aprieta de un modo nuevo respecto del que hasta ahora estaba acostumbrada. Al menos yo así lo siento claramente. En cuanto a sus palabras, las suyas padre, no es que las perciba todas recibidas como mandato del Señor, pero tienen en mí una resonancia especial, es algo así como un mensaje de Él, que debe ser reflexionado.
Y es que hay cosas que están cambiando en mi trato en Él. Es como si hubiera entrado en una nueva instancia. En ésta, ahora, el amor es muy intenso, casi carece de palabras. y sin embargo, sé, conozco lo que Él siente o está pensando.
No es que me lo muestre, simplemente no lo oculta, no tiene secretos para mí. Ahora Él me pide directamente. Ya no me dice – como hacía hasta ahora – si tú quieres. Ahora me exhorta, me urge, en intimidad, en confianza de esposo, de quien sabe que no necesita ya permiso. Y este modo de pedírmelo me resulta mucho más fuerte y contundente.
Hay un nuevo acto de amor, y es su NO. Su NO a algún requerimiento mío. Él quiere que mi amor hacia Él tome más facetas. Por ejemplo, le pido perdón por mis pecados o por una falta concreta cometida durante el día, y Él me dice que NO, un NO que es un sí, pero TODAVÍA NO… Entonces yo sigo detrás de él y no lo dejo, insisto, y como el cantar de los cantares, «encontré al amor de mi alma. | Lo abracé y no lo soltaré, | hasta meterlo en mi casa materna, | en la alcoba de la que me concibió»
Me percato de cómo él se abaja a mí para ser amado por mí, para recibir mi amor. Ocurre de un modo tan sencillo y precioso. tan natural, que parece que siempre hubiera ocurrido así; que parece que fuera lo más normal del mundo: que un DIos se abajara a amar y dejarse amar por su minúscula criatura.
Esto me hace pensar en que Él nos ha hecho divinos, nos hizo a su imagen, por ello es de justicia que como san Agustín dice, nuestro corazón no descansará hasta que estemos de nuevo en El.
Al mismo tiempo supone una lección de amor, porque este modo en que me trata se convierte en mi brújula para amar a mi prójimo. Yo te enseñaré a amar, porque tu aún no sabes.
Mi hijo va bien. El Señor me dice tantas veces que confíe en Él que — no sé como decirlo — y siento que con la intervención de Usted del domingo, me va preparando para «algo». El Señor tiene a bien, — por pura gracia y exquisitez en su trato conmigo — ir anticipándose ciertas cosas con suavidad, especialmente aquellas que me van a costar especialmente.
Por supuesto en casa ni de broma quieren que mi hijo deje de estudiar su carrera. Vamos… a pesar de eso, de todos modos le comenté a mi hijo lo de trabajar, como un modo de afianzarse, de cambiar de rollo, y le parece bien la idea. A su padre no. Voy a mover el tema ya. Por si suena bien.
Cuando recibo inspiraciones o mensajes del Señor muchas veces los recibo como en varios planos, en varias capas. Con mi hijo, el primer mensaje es: «confía en mí»; mientras que en un segundo plano, como una estela, aparece el cambio, esto no son palabras sino una idea mas profunda; y en un tercer plano, otra idea, y es la de la sencillez que él necesita; la sencillez es la clave de todo. Esos tres planos se entremezclan y surgen ideas como que mi hijo ha de seguir una vida sencilla, no va a entrar en un entramado complejo y enfermizo.
A sus 17 años, mi hijo es de naturaleza sensible y pura, no pertenece al mundo ambicioso y de las grandes empresas, y el Señor me reafirma en esa idea para que yo preserve y cuide al máximo posible esa esencia de mi hijo. El Señor le está preservando en la pureza, lo veo. Otros chicos compañeros suyos están ya desatados en el mundo de la carne y de las mujeres. A su padre le pone nervioso esto.
Ahora mismo vive amenazado, sin embargo el Señor está encima de él y la Virgen del Carmen, a la que se lo entregué cuando era pequeñito. Con respecto al pudridero – como usted lo llama – todo va llegando. «Por ahora está bien, no corras ni hagas cosas raras». El Señor me indica que está sanando la familia, como le he pedido. Y para eso nos están pasando la lija fuertemente a nosotros los padres. Todo va a llegar en su justo momento.
Siento gran cariño usted padre, todos los días leo el poema que me envió, el del cántaro bajo el caño, qué bello es. Ya sabe lo agradecida que estoy.
Cuidese mucho, Dios le bendiga,Buen dia padre,
Cambio y corto, o algo asi… ja ja. Ah! ¡Cambio y fuera!
El cántaro abandonado
bajo el caño de la fuente
no sabe si es diferente
‘ser llenado’ o ‘derramado»
ser llenado o «desbordado»
¡Una misma es la corriente
que le invade y de él se vierte!
Ser amada, amar y amarse
son una cosa y lo mismo
Si a una la abraza un Abismo
lo que cabe es entregarse
y acurrucada así, darse,
una con el Amor mismo
Los dos frutos del amor
no son ni pensar ni hacer
son gozarse y reposar
en ser querida y querer.
Dichosa de ser mujer.
Cuando eso es todo: es bastante.
Pues no hay nada que agregar
Al ser amada y amante.
Ni con oro ni diamantes
Eso se puede comprar
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