LA LUJURIA ES DEMONÍACA (7)
PUREZA Y SANTIDAD SEXUAL SEGÚN SAN PABLO

PUREZA Y SANTIDAD SEXUAL SEGÚN SAN PABLO

San Pablo formula la doctrina revelada sobre la corporeidad y la sexualidad principalmente en la primera carta a los Corintios.


Corinto estaba a los pies de una Montaña de 700 metros, coronada por el templo dedicado al ídolo de Venus Afrodita o Venus Porné, el ídolo de la pasión erótica. 
Al rededor del templo de Venus porné, había otros templos. Uno dedicado a Juno, la mujer esposa de Júpiter. Rodeando el templo de Venus había una aldea poblada por los ieródulos y ieródulas, prostitutos y prostitutas que ejercían una especie de sacerdocio del templo de la lujuria divinizada a cuyo imperio se sometían los peregrinos venidos de toda la cuenca pagana del Mediterráneo. 
Los juegos olímpicos o ístmicos (por el istmo de Corinto) eran a la vez deporte y culto del cuerpo y de la vanagloria de la desnudez, con la consiguiente contaminación lujuriosa de una ciudad situada junto a dos puertos y enriquecida por el comercio.
Corinto fue para Pablo una parroquia difícil, pero allí resplandecía más la victoria de la gracia sobre la lujuria circundante.
Pablo entabló allí en el epicentro del imperio del demonio de la lujuria, el buen combate evangélico enarbolando la cruz. 
He aquí algunas de sus enseñanzas sobre el cuerpo, la lujuria y la santidad y pureza sexual: 1ª Corintios, capítulos 5 al 7









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