Blog destinado a presentar y comentar la Revelación divina acerca del amor humano: Creado según el designio divino, luego caído y herido por el pecado original, después santificado en el pueblo elegido; elevado por fin a Misterio Grande en el sacramento del matrimonio y hoy tan ferozmente agredido.
Estamos rodeados de milagros porque convivimos con la atmósfera del mundo divino. Y sin embargo a los agraciados con fenómenos sobrenaturales no se les suele prestar fe, y más bien se los mira con suspicacia, como a gente algo desequilibrada y rara. Se descalifica toda manifestación sobrenatural, sospechada de antemano de falsificación, credulidad o superchería… y luego se pregunta ¿Dónde está Dios? Buscando al Niño perdido
Salimos hacia la puerta del la fortaleza, mirando en derredor si habría alguien más y allá estaban los militares custodios de la fortaleza que esperaban que nosotros saliéramos para cerrar el portón. No había nadie a la vista. No quedaba nadie en la fortaleza.
Yo conté le conté todo rápido a Amado y apuramos el paso buscando en el camino que circunvala la Fortaleza, el camino que va a la ruta 9 y al parque. Como nosotros estábamos en una altura, veríamos a alguien incluso a los autos de los turistas.
Pero ya no había ninguno.
Amado me dijo que el niño podía haber salido corriendo, subido a un auto y éste podía haber arrancado muy rápido de modo que no nos dio el tiempo para verlo.
Entonces comenzamos a analizar las palabras del niño y llegamos a la conclusión de que era Jesús.
«¿Por qué a mí?» dije llorando pues sentía mucha pena por no haberlo reconocido.
«¿Por qué no?» me dijo Amado…San Agustín y tantos santos y personas han visto a Jesús como niño. No te preguntes por qué, sino para qué. Y allí comenzamos a analizar todo en detalle y yo lloré todo el resto del día y de la semana. ¿Por qué lloras? me decía. Y yo le respondía una y otra vez «lo que más siento es que no lo reconocí….»
Repasando lo sucedido en el encuentro notábamos lo siguiente:
1) El niño dijo «mi madrecita»…y al ver que yo no entendía dijo «mi virgencita»
2) En la capilla de la fortaleza, hay una imagen de la Dolorosa. Jesús niño no la reconoció como su madre porque el dolor de la Virgen sucedería 30 años más tarde de ese instante
3) Mi niño oraba mirando al cielo….donde estaba su madre y su padre.
4) Se parecía a como lo pintan a Jesús, incluso se parecía a un cuadro famoso de Juan el Bautista cuando niño, y el parecido puede haber sido mucho, ya que eran primos.
5) Ese año, durante el viaje en bus al camping Santa Teresa yo había tenido un sueño extraño. Había soñado con el interior del mismo ómnibus en el que iba viajando dormida. En el sueño me veía a mí misma sentada tal y como lo hacía, pero despierta y soñaba que en el pasillo del bus, iba la Virgen con vestido celeste y manto blanco, y veía junto a ella a un hombre calvo con cabello abundante y gris a los costados, su frente presentaba una línea vertical entre los ojos. Su rostro era de preocupación. Tenía un brazo apoyado sobre el pecho y el otro brazo, cruzado sobre éste, se sostenía el mentón y la barba. Tanto la Virgen como él, miraban un libro que sostenía la Virgen. De pronto de detrás de la Virgen veo en mi sueño surgir una luz blanca…intensa que se hace paloma y vuela hacia mí. En el aletear se transforma nuevamente en luz….y yo me meto en un túnel de luz. Siempre soñando me acuerdo, de algo que leído sobre los que están por morir: que ven una luz intensa y que luego la siguen. Siempre dormida pensé angustiada: «no quiero morir, no quiero morir» y desperté. Y cuando desperté vi todo exactamente igual que como lo había estado viendo en mi sueño: yo estaba en el mismo ómnibus rumbo al Chuy, ese era el pasillo, esos los mismos asientos. Sólo que esta vez no estaban allí ni la Virgen, ni el señor de barba ni la paloma. Entonces me asaltó el presentimiento de que tal vez «algo» ocurriría. Lo que sucedió después durante ese viaje fue que mis procesos naturales se disminuyeron al mínimo, casi no orinaba y pensé que era deshidratación. Estaba hinchada y cuando volví de mis vacaciones a Montevideo, unos exámenes médicos me dieron con un problema serio de salud.
Con tratamiento sigo una vida normal, aunque aún no he buscado a médicos de la tierra y si me he dedicado a los médicos del Cielo.
En la próxima entrega terminará el relato de Martha. Si por inadvertencia he publicado una foto que tiene derechos reservados le ruego me avise para bajarla del blog y le pido mis disculpas bojorgeh@gmail.com