MONEDA FALSA DEL BUEN AMOR:
LA FALSA COMPASIÓN

Me llega hoy este escrito de Monseñor Michel Schooyans, preparando la próxima reunión plenaria de la Pontificia Academia para la Vida. Me parece un análisis clarividente de un fenómeno cultural: «la falsa compasión», que se hace pasar por «buen amor» pero que es su falsificación. Al mismo tiempo, esta falsa compasión hemiplégica convive con la indiferencia ante los que sufren por Dios, o incluso con la animadversión y la persecución de los buenos como malos cuando obran el bien

La compasión hoy
Mons Michel Schooyans
Miembro de la Pontificia Academia para la Vida


Nosotros podemos discernir la verdadera y la falsa compasión en hechos o en tomas de posición observables en el mundo hoy. Así aparecerán los estragos que la falsa compasión está haciendo tanto a nivel de las personas como a nivel de las sociedades humanas. Pasemos a ver pues algunos ejemplos.


1) En 1962, la Corte Criminal de Liège (Bélgica) fue llevada a juzgar a una madre que, «por compasión», había matado a su hijo. Durante su embarazo, esta madre había tomado Softenon, conocido hoy en día bajo el nombre de Talidomida. El niño había nacido portador de malformaciones graves. La madre decidió poner fin a la vida de su niño; lo que efectivamente hizo. Al término de un proceso muy «mediatizado», la mujer fue absuelta. Ella salió libre del tribunal, bajo los aplausos nutridos del público.

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