¿QUÉ LE PASÓ A NUESTRO AMOR? 6ª

Del flechazo de Cupido a la centella bajada del Cielo
El amor en la verdad o la caridad en la verdad. Así se llama la encíclica que el Papa Benedicto XVI acaba de publicar mientras escribo estas líneas. El amor es inseparable de la verdad, y en primer lugar, de la verdad acerca del mismo amor, que es: la verdad acerca de los que se aman.
Saber es una cuestión de la inteligencia. Debemos ser enseñados a amar, por Dios-Amor. Hay que darle a la inteligencia y a la sabiduría venida de Dios el lugar que les corresponde en los asuntos del amor.
Porque, de lo contrario, caemos en el amor ciego al que el mito griego representa como un niño con los ojos vendados y que tira flechas a ciegas. Cupido, quiere decir, en latín, deseo. Pero es un deseo infantil, un capricho de niño, irracional y ciego.
¡Qué visión tan distinta de la visión bíblica del amor!
Para el Cantar de los Cantares el amor esponsal no es flechazo de un dios ciego. ¡Es un contagio del Amor Divino, una participación en el Amor que es Dios! ¡El amor es un fuego bajado del Cielo!

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