ROSALÍA [9 de 10]¿TERQUEDAD O ADICCIÓN?

SER ESPOSA
PARA EL SEÑOR
ES EL YUGO MEJOR
¿TERQUEDAD O ADICCIÓN?

Luego de los remedios al alma que me había provisto el Padre, debo decir que mi voluntad debilitada, mi conciencia aún no formada ni rectificada, me hicieron no permanecer fiel a mi «Sí» dado en un momento a Cristo… Por mi terquedad y poco ejercicio de renuncia, seguí pendiente de Román, lo cual muestro en algunos extractos de dos mails que le envié al Padre… 
         La respuesta del padre sacudió mi ser, de repente era como la sensación de que se estaba dando por vencido conmigo, que yo era un caso perdido… lo cual entendí luego que no era su intención, sino que simplemente era yo quien, al no decidirme a actuar en consecuencia a los consejos y con los remedios recibidos, era yo misma quien me estaba negando el auxilio de gracia, la que me estaba negando a seguir el camino esponsal con Cristo que es lo único que me traería felicidad…


10 de junio
Querido padre,
Aquí me reporto para contarle mis últimas noticias.
Román vino a visitar a sus hijos, uno de ellos cumplía años y quiso sorprenderlo. 
       En esa visita también vino a verme y compartimos varios momentos… Hubo mucha charla padre y, gracias a Dios, nada más.           No voy a negar que en un momento en un abrazo dudé… Pero no pasó nada. Como decimos los dos del otro: quedaremos como amigos. Lo he ayudado en esos días y quedó muy agradecido…                  Hemos incluso ido juntos al Santísimo a rezar. Y he tratado de pedir en cada momento auxilio al Señor para no confundirme y no caer, que entienda que él necesitaba ayuda y yo pude brindársela y que hay cariño de su parte, pero no más. 
         Y me ha contado en sus charlas que con Ana, la novia, tiene una de esas que llaman «relación tóxica» o «neurótica» (descripta por él como adictiva). Es algo que él debe resolver… yo solo lo escuché y di mi opinión… No sin algún dejo de ilusión para ser sincera… pero tratando de ser realista que esto no supone nada… o quizás solo suponga distraerme más de dedicarme a mi Señor […] 


4 de julio, 2019
Querido padre,
Aquí una vez más le escribo para contarle como sigo…
Voy a ser honesta… quise creer que podría ser amiga de Román, pero inevitablemente me doy cuenta que mi corazón lo anhela de otro modo… 
         Y él es muy sincero, me ha contado que con Ana están cada vez más intentando resolver aquello que los separa, y sé que él la elige. Esto causa en mí una tristeza… porque es verdad, no lo dejo ir todavía. 
         Y es como si mi razón me dijera que debo cortar, soltar de una vez, entender que él ya eligió y que yo no podría ser «la otra» nunca… Él me ha dicho que cuando nos vimos esos días se confundió conmigo… y que cree que un acercamiento entre nosotros es «medio malo» justamente por esto. Entiendo que él, reconociendo que quiere cuidar su relación con Ana y que la cercanía conmigo lo confunde, me ha confesado esto…
            Padre, rezo mucho esto que me pasa… entiendo que el enamoramiento es un carisma que quizás ya no puedo pedir por inmerecido debido a mis culpas, y que no le puedo exigir nada a mi Señor… y aun así anhelo que me lo dé, pero confío mucho en que sólo me lo dará si es para mi bien… si no, no… Tengo altas y bajas… luces y sombras…
              Con esto de Román se me ocurrió escribirle una carta, pero recordé lo que había pasado con Juan, con mi disculpa, que Ud. me dijo que él no la necesitaba, sino que era yo la que necesitaba pedírsela… con Román es lo mismo, esta carta que se me ocurría escribirle, él no la necesitaba, sino que era yo la que quería escribírsela y enviársela… Por allí estoy más atenta a estas insinuaciones, a estos pensamientos negativos y los rezo…
                Hoy en el Santísimo creo hacer escuchado esto: que debo dejar ir a Román, él no es ahora el hombre que he pensado para vos… 
               ¿Puede ser así de claro el mensaje? A veces me engaño a mí misma y dudo si soy yo la que me hablo… aunque creo que es mi conciencia.
               Se me ha presentado también esta idea: Si Román es el hombre que Dios quiere para que yo sea su ayuda adecuada, si es el don que nos hará más santos, él volverá a mí, si no, no … pero que ahora, así como están las cosas, debo dejarlo ir….
               Estoy tratando de hacer eso querido padre…
He releído la Casa sobre Roca, la parte que habla de no buscar a alguien solo para remediar mi soledad, no buscarlo por fines egoístas… Y también el otro día un amigo que me encontré justo me hablaba de como a veces en las relaciones se toman decisiones no maduras que después “pasan factura”, … ese amigo justo me había dicho que esa mañana me había pensado y rezado… Y veo como Dios me auxilia a pesar de mi terquedad […]


RESPUESTA DEL PADRE
Rosalía:
Siento mucho esa situación espiritual en que unos pensamientos que surgen y a la vez alimentan impulsos contrarios a la razón y a los consejos, te gobiernen. 
          Estás, al parecer, en esa situación de la que habla san Pablo en Romanos capítulo séptimo, especialmente versículos 14 y siguientes. La respuesta está en los versículos 23-25.
          Y lo que se te promete como Esposa si vencieres (Cartas a las siete Iglesias en el Apocalipsis) es mucho más de lo que te mienten esos afectos desordenados que te rebajan y denigran como mendiga de amor, y como ladrona del amor de otra mujer, cuando Dios te quiere princesa y reina.
No veo que pueda yo agregar nada a lo que tuve para decirte. Te acompaña mi buen deseo y oración.
Cuando se te conceda la capacidad de seguir consejo y obrar según razón, me alegrará saberlo.
Bendiciones. Padre Horacio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.