La verdad es que la
maternidad es una responsabilidad para valientes. Es el trabajo que demanda
inteligencia, diligencia, pro-actividad, conocimiento de psicología, economía, etc.
y a todo ello deben agregarse las 24 horas del día los 365 días del año de toda
lo que quede de vida.
Lamentablemente a muchas de mi género les pasó lo que
usted muy bien dice en su blog: “el mal viola el alma de las mujeres a cada
instante” y estoy segura las hace más egoísta, incapaces de amar, solo se aman
a sí mismas y lo vemos en las mujeres que están como locas por casarse sólo
para cumplir el perfil de “exitosa” y no les interesan los hijos; para ellas
los hijos son una carga y se los entregan a personas e instituciones sin
remordimientos; mujeres que ganan dinero y lo gastan todo pagando a la empleada,
enfermera o nana que cuidará a la criatura, es decir pagan por no estar en la
casa, madres que prefieren estar chismeando en el trabajo y les hacen creer a
sus esposos que salen 1 ó 2 horas más tarde de la pactada en el contrato, mujeres que niegan a sus hijos todo tipo de ayuda
hasta económica por satisfacer sus necesidades más superfluas, como el spa, las
siliconas y las cirugías.
Estoy segura de que el egoísmo de la mujer ha generado la
disfuncionalidad de la familia, la crisis de ella y por último la crisis
social.
Si hay una buena madre su amor no dejará que su hijo se
convierta en un delincuente, porque todo delincuente u hombre que golpee a una
mujer o que haga maldades de todo tipo y calibre, es porque definitivamente la
madre fue ausente o fue una mala madre.
Es una pena que hasta la misma mujer la del “Don y la
Virtud de Procrear” también se esconda bajo el cruel amparo de la economía cuyo
discurso barato y maquiavélico es que “para mantener el hogar la mujer debe
trabajar“. Pues la serpiente sigue utilizando el viejo dicho divide y
reinarás. La verdad no entiendo por qué las que ganan poco o las que ganan
mucho gastan más de la mitad, tercera o ínfima parte de su sueldo en la
empleada o nana. Su vida simple de maternidad por horas no les deja ver que
están haciendo criar a un niño pragmático y relativista que crece sin amor, porque muchas empleadas solo
cumplen un contrato, y el niño sabe que pagan para cuidarlo.
No soy derrotista estoy segura que hay mujeres buenas que
cumplen con los mandatos de Dios, pero son minoría y a nadie le importa.
Lamentablemente aquí en Perú cada día aumenta la cifra de
niños violados, todo el mundo se desgarra las vestiduras, pero nadie toma al
toro por las astas, y debiéramos cuestionar el papel de la familia y duela a
quién le duela la pregunta real es: ¿Dónde está la madre, dónde están los
padres?
Hay que revalorar el papel tan importante que cumple la
mujer en el núcleo familiar, hay que volver la mirada a Dios para que nuestras
almas se llenen de El y de su Amor.
Hay que revalorar la familia y como guía tenemos a la Sagrada Familia.
Zoila Guzmán Hurtado
(Este texto se publica con permiso expreso de la autora para publicarlo con su nombre.
La imagen ha sido enviada por la autora)