ABUSO SEXUAL EN EDAD INFANTIL
EFECTOS ULTERIORES
DE NIÑA SUFRE DOS ABUSOS

PRIMER ABUSO – Un tío político a los 5 o 6 años
Cuando yo era niña, no me acuerdo bien qué edad, pero sí era pequeña, como de cinco años, tenía un tío, el esposo de la hermana de mi mamá, que ¨me tenía especial afecto¨. Siempre fue ¨cariñoso¨ conmigo, pero en algún momento empecé a desconfiar de él, no me sentía cómoda.

Y tengo en mi memoria una imagen imborrable de una noche, en que yo dormía con mi prima, que se acercó mi tío con una linterna a la pieza, controló a mi prima que dormía arriba en la cucheta, después a mi otra prima que dormía conmigo y cuando llegó mi turno… me agarró la mano y la sobó en su pene. Yo tenía consciencia que eso estaba mal, pero no dije nada, me hice la dormida, y después le conté a mi mamá. Nunca más volví a dormir a esa casa. Pero mi tío nunca dejó de llamarme para mi cumpleaños y decirme lo buena y linda que yo era. Y le juro que me acuerdo y me dan ganas de vomitar.

SEGUNDO ABUSO – Unos años después (yo tenía entre 9 y 10 años) pasó lo del hombre que me quiso encerrar en los pasillos del edificio de mi profesora de matemáticas. Con una excusa me llamó la atención, me llevó hasta una pared y comenzó a manosearme, no recuerdo cómo fue que me escapé, pero salí de allí lo más rápido que pude. Ese era un perfecto desconocido. No lo vi nunca más, pero tampoco quise volver a la profesora sola. Recordar todo esto me ha movilizado bastante y estos recuerdos son algo que evidentemente tenía medio bloqueado, porque no me había acordado de ellos hasta ahora.

CONSECUENCIAS
Rechazo a su ser mujer

También recuerdo ahora que yo, ya de niña, no quería ser mujer porque no quería que los hombres se me acercaran. Quería ser fea y no tener pechos, para que así no me vieran. Esos pensamientos tenía yo de niña.

Llanto por la Menarquia
Y lo mismo pensaba cuando tuve mi menarca, que me puse a llorar porque sabía perfectamente lo que significaba y yo quería seguir siendo niña. Afortunadamente no tuve nunca mucho busto, eso hacía que en la secundaria o en la facultad, me miraran menos y se concentraran en mis amigas.
Quizás en esa época debería haber ido a terapia, pero es algo que no hice hasta grande. Cuando tuve el primer psicópata por novio. (aunque en esa oportunidad hice psicoanálisis y nunca supe que el loco era el ex ¨novio¨. Creo que me hubiera venido muy bien la terapia que hice después, o que me fuera honesta la psicóloga y me hubiera dicho que ese no era el tipo de terapia que necesitaba). Y ahora, que con el tema del padre de mi hija, también sexópata, estoy entendiendo, aceptando y perdonando.
Es como usted me suele decir, el Señor me está purificando. Y evidentemente es profundo y completo el proceso.

COMENTARIOS Y EXAMEN AL RELATO
El abuso infantil:
1º Lo más perjudicial del abuso sexual infantil es que a edad prematura se separa el sexo de su ámbito natural que es el amor entre adultos. Es un atropello al pudor precoz de los niños. La cultura cristiana protegió al niño de ese iniciación sexual prematura. En la cultura católica de inspiración bíblica, la sexualidad es un accesorio en orden a la generación. El abuso desconecta el accesorio de su rol en la vida humana. Hay que considerar una gracia muy grande que la memoria dé acceso a lo olvidado o reprimido. Es indicio de sanación en progreso. Es un certificado de salud de espíritu y mente. 

2º Como en primera instancia no recordaba la edad que tenía en ambos casos, le aconsejé: Pídele a tu memoria y a tu Ángel que te traiga también qué edad aproximadamente tendrías cuando el primero y cuando el segundo episodio. Puedes recordar a qué edad dejaste de ir a dormir con tus primas. A qué edad dejaste de visitar a la profesora. Y tu madre puede recordar ambas cosas. Si recuerdas más, por favor, agrégalo en el texto de tu relato en negrita para que yo lo reconozca nuevo. Así pudo recordar que el primer episodio fue cuando tendría 5 o 6 años y el segundo entre 9 y 10.

3º Es también importante para fijar las fechas o épocas histórica en que ya existía ese tipo de varón adulto pedófilo compulsivo heterosexual. Muy posiblemente abusado él mismo en su niñez.

4º Mirar a la mujer lujuriosamente, independientemente de su edad, es algo que ya denuncia el Señor en los Evangelios como «adulterio en el corazón» del varón (Mateo 5, 27-32). Y es algo de lo que San Juan Pablo II dice en su Catequesis sobre la pureza del Corazón: «El hombre que mira de ese modo, como escribe Mateo 5, 27-28, se sirve de la mujer, de su feminidad para saciar su propio instinto. Aunque no lo exteriorice, en su interior ya ha asumido esa actitud, decidiendo interiormente respecto de una determinada mujer. En estos consiste precisamente el adulterio cometido en el corazón. Este adulterio cometido en el corazón, puede cometerlo incluso el hombre con su propia esposa si la trata solamente como objeto de satisfacción de su instinto». — Presumiblemente, el tío político de esta niña tenía ese tipo de relación con su mujer, tía de la niña.

5º En el caso de Enenia, la mirada lujurioso hacia el cuerpo de una niña de nueve años en que empiezan a formarse los senos no es la de un ser humano, sino la de un espíritu negro maligno que la mira y que produce en ella, como puede verse en su caso, un rechazo a su ser mujer que se expresa en amenorrea durante largos períodos, a veces de años. «Cuando pequeña pensaba [= le venía el pensamiento juntamente con una visión intelectual] que el Malo quería deleitarse con mis pechos, y es muy confuso pero lo veía en mi mente y no sé si era imaginación o en realidad una visión en mi mente, era un demonio negro» Pero también en Enenia esa mirada provoca el deseo de no ser mujer para evitarlo. Enenia lo relata así: «Apenas hace poco que dejé ese pensamiento de querer ser hombre, pues entendí que aceptar y cumplir la voluntad de Dios no solo es ir a vivir la vida consagrada el solo hecho de aceptarse mujer cuando se es mujer es cumplir la voluntad de Dios»

La corrupción de la sexualidad sucede cuando la sexualidad pasa de ser un «accesorio» del amor a producir un eclipse del amor. Víctor Frankl y la escuela de Allers enseñan que cuando la atención se distrae del amor con el sexo, éste pierde su sentido accesorio y pone a uno mismo en el centro de la atención con abstracción del otro, en cuanto persona, convirtiéndolo en objeto. Ver la introducción de Oliver Brachfeld a “Pedagogía sexual” de Rudolf Allers.

7º Cito el texto de V. Frankl en La Casa sobre Roca. Página 96-97de la edición argentina y página 144-46 de la edición ecuatoriana.

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